Opinión

Un paso importante hacia la dignidad digital

Lee aquí la columna del exrepresentante por el Partido Popular Democrático y abogado

Una foto del representante Jesús Manuel Ortiz junto a su nombre.
Jesús Manuel Ortiz + columnista

Con la firma del presidente Joe Biden, el Take It Down Act ya es ley federal. Este paso histórico convierte en crimen federal la publicación, o la amenaza de publicación, de imágenes íntimas sin consentimiento, incluyendo aquellas creadas mediante inteligencia artificial (IA) (deepfakes). En una era donde la tecnología supera a menudo la capacidad regulatoria del derecho, esta legislación marca un punto de inflexión en la defensa de la dignidad humana.

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Esta nueva ley responde al creciente problema de la difusión no consensuada de contenido íntimo, real o manipulado digitalmente, y establece tres pilares esenciales:

Criminaliza la publicación o amenaza de divulgar imágenes íntimas sin autorización, sin importar si son reales o generadas mediante IA. Obliga a las plataformas digitales a remover ese contenido en menos de 48 horas tras ser notificadas por la víctima. Impone sanciones penales y civiles, incluyendo penas de cárcel y compensación económica, con castigos más severos si la víctima es menor de edad.

Por tratarse de una legislación federal, para las víctimas puertorriqueñas de violencia digital, especialmente mujeres y menores, esta ley no es simbólica; es un nuevo escudo de protección que ofrece vías claras y contundentes para detener el daño y buscar justicia. En un momento donde el acoso digital y la extorsión con imágenes íntimas han aumentado, esto representa un avance concreto y urgente.

Pero no basta con celebrar la acción federal. Puerto Rico debe dar su propio paso. Necesitamos una revisión integral de nuestras leyes locales sobre privacidad digital, IA y protección de datos personales. Debemos garantizar que nuestra legislación sea moderna, coherente y capaz de responder a los retos de un entorno tecnológico en constante cambio. La aprobación del Take It Down Act debe servir como catalizador para fortalecer nuestras normas, instituciones y educación en derechos digitales.

La dignidad no es negociable. Y en el mundo digital, defender la privacidad es defender la libertad. Que esta victoria federal sea solo el comienzo de una transformación más amplia y el disparo de salida para acciones necesarias en Puerto Rico.

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