Opinión

Por tiempos de cambios

Lee aquí la columna del representante por el Partido Independentista Puertorriqueño

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Denis Márquez + columnista

Durante toda mi vida, la frase “los federales” ha estado presente en la cultura boricua. Dentro del paradigma colonial, se hacía en referencia a lo importante, a los salvadores de un país sometido a sus poderes y con grandes problemas económicos. Han sido también sinónimo de resolver problemas fiscales y de administración pública -ya sea por insuficiencia de recursos, por mal manejo e inclusive corrupción. Por décadas, se ha dependido de los “fondos no recurrentes”. Sectores del bipartidismo que han tenido relaciones muy cercanas con “los federales” han sido procesados criminalmente ante la incapacidad y desdén de las autoridades locales.

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Incluso, nuestra legislación, como consecuencia de “los federales”, ha estado subordinada y sometida a la legislación federal sin importar la posición o diferencias de la sociedad puertorriqueña como el resultado de más de 100 años de coloniaje.

En estos tiempos, ‘‘los federales’’ siguen imponiendo sus pautas, arrestando hermanos dominicanos en sus centros de trabajo, comercios y sus comunidades, sin importarles que son personas que contribuyen a nuestra sociedad y que son parte de esta, provocando rompimiento de familias y violando derechos humanos.

Por otro lado, mientras el mundo se alarma y se concientiza con la crisis climática y sus consecuencias, toman medidas para promover la energía renovable, sobre el manejo de los desperdicios sólidos, el calor extremo, entre otros, “los federales” reniegan la existencia de la crisis climática y promueven energía sucia para Puerto Rico, cortando fondos para la energía renovable. Mientras tanto, el gobierno local mira con aceptación y resignación.

En medio de la discusión de la resolución de presupuesto del próximo año fiscal, surgen las “amenazas” de recortes de fondos federales a las distintas agencias del gobierno y los municipios. Comienza la suma y la resta del gobierno para tratar de cuadrar -con el aval de la Junta de Control- el presupuesto, con la orden de la Junta de disminuir la dependencia de dichos fondos.

Los tiempos y las realidades boricuas están cambiando. Lo denunciamos desde hace mucho tiempo; la dependencia por décadas de los fondos federales nos ha pasado factura. Llegó el momento de comenzar una nueva época de cambios fundamentales.

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