Sí. De nuevo hablo de nuestro sistema educativo. No soy pedagogo o sociólogo, pero como periodista que anhela un mejor país, estoy convencido que solo lo lograremos con unas escuelas de primer orden.
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Ayer conocí seis casos representativos de todo lo contrario a lo que un sector de la población piensa sobre el Departamento de Educación. Cuatro estudiantes, una maestra y una directora escolar que representan lo mejor de lo mejor de Puerto Rico. Esos cuatro estudiantes son del grupo de 1,596 que terminan este año escolar con excelencia académica.
Fue en mi programa de ayer en Telemundo (“Primera Pregunta”) que presentamos los casos de Claudia Varela de Vega Baja, Inoa Manfredy de San Sebastián, Jetziel Espinosa de Bayamón y Alejandro Villamil de Ponce. Son jóvenes ejemplares, con notas sobresalientes y experiencias extraordinarias en sus escuelas. Inoa y Claudia pertenecen al Instituto de Dotados y se gradúan de su escuela superior con una carrera ya adelantada en el Recinto Universitario de Mayagüez de la UPR, pues desde sus 12 y 15 años respectivamente comenzaron a tomar cursos universitarios. Claudia además es líder en su escuela y deportista.
Junto a ellos presentamos al país a la maestra del año Aidamarie Morales de Lares y a la directora escolar del año Naomi Félix Vázquez de Vieques. El liderato de ambos ha sido ejemplar, según nos han contado.
Aidamarie, una profesional que comenzó en la enfermería ha desarrollado estrategias en su salón de clases que promueven el liderato en el campo de la salud, ciencias, leyes y empresarismo. Ella cree en que los currículos escolares tienen que estar vinculados a la realidad socioeconómica de los sectores en los que se encuentran los planteles y en atender con inteligencia emocional las diversas situaciones que traen al salón los estudiantes. Está convencida también que los padres o tutores tienen que involucrarse más en la educación de los menores y que, de no hacerlo, se condicionen las ayudas del estado para que así lo hagan.
Naomi cree en la comunicación e inclusión como base del éxito al momento de dirigir una escuela. Fomenta el liderato de los estudiantes, particularmente las niñas y está convencida que el éxito se logra en gran medida con la integración de la escuela con la comunidad, en este caso Playa Grande en la Isla Nena. También cree que los logros, particularmente en una comunidad como la de Vieques, tienen que ser reconocidos por el sistema a nivel central como estrategia de estímulo para un municipio que solo se le destaca positivamente de manera ocasional.
Creo que estos seis “duros” de nuestro sistema público de enseñanza nos envían un mensaje poderoso. Nos dicen que se puede llegar lejísimo a pesar de las dificultades en un gobierno que en ocasiones agoniza por la burocracia. Nos dicen, con sus casos, que el éxito como país puede ser mayor si la educación se pudiera como primerísima prioridad. Claro, eso solo pasaría si desde el más alto nivel de la administración pública se asimila que de esa manera lograremos un desarrollo económico y una convivencia social saludable a largo plazo.
Nos dicen estos casos de estos estudiantes que hay fe en nuestro sistema universitario publico pues todos estudiarán en el RUM y en la Universidad de Puerto Rico de Bayamón. Con esas notas y sus perfiles pudieran aspirar a cualquier universidad de alto nivel fuera de Puerto Rico pues gozarían de todas las ayudas económicas que se brindan.
Así que, estos casos nos llevan a preguntarnos, ¿Imagínese si pusiéramos todo nuestro esfuerzo colectivo para tener un sistema educativo del más alto nivel y prestigio mundial? Tendríamos 20 veces más casos de “duros” en el país y por consiguiente, un país con una competitividad de envidia para el planeta. ¿Lo podremos hacer?