Hoy, jueves, los primos del gobernador Pedro Pierluisi se declararán culpables por actos de corrupción. Aunque al momento de la redacción de este escrito no ha habido una explicación detallada por parte de las autoridades federales sobre el esquema, sí ha trascendido que alegadamente la empresa American Management and Administration Corporation (AMAC) – propiedad de Walter Pierluisi y que tiene contratos de administración de vivienda pública, contrataba con otras corporaciones en las que los Pierluisi (Walter y Eduardo) tenían intereses o algún control– inflaba las facturas de servicios que alegadamente brindaban para los primos recibir “por el lado” la parte inflada mediante beneficios o pagos. Pero ya sabremos más adelante si es así.
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Ahora bien, ¿qué efecto político-electoral tiene esto sobre el primer mandatario? Siempre hay daño. La empresa AMAC ha tenido contratos con el gobierno por los pasados 20 a 25 años, con administraciones penepés y populares, incluso desde antes de Pedro Pierluisi ser comisionado residente y gobernador. Luego del allanamiento en las oficinas de los primos, la administración del gobernador canceló todos los contratos. Se alega en información publicada que el esquema comenzó en el 2014. En ese entonces, el gobernador Pierluisi era comisionado residente y el gobierno central era del Partido Popular Democrático. ¿Que el entonces comisionado o los gobernadores tenían que saber del esquema o fueron parte de? La respuesta es que no necesariamente, tampoco los cuatro secretarios de Vivienda que han estado los pasados nueve años. El esquema de corrupción que ha trascendido apunta a que es entre la empresa principal (AMAC) y las corporaciones suplidoras para defraudar al gobierno federal, pero no en coordinación con alguien dentro del gobierno. Pero, sobre si fuera lo contrario, que todos o algunos gobernadores o secretarios de vivienda sabían, o que hubo “ayuda desde adentro”, pues ya veremos qué sueltan los primos y qué más arroja la investigación.
Sin embargo, independientemente de que gobernadores sepan o no, hay efecto en sus campañas y positivo no es... Ciertamente, siempre hay sectores que quieren que haya acusaciones a las buenas o a las malas, con o sin evidencia, contra las figuras que detestan, y eso es natural donde hay fanatismo, polarización e intereses políticos-electorales. Eso existe dentro del propio PNP, dentro del PPD, el PIP, MVC, PD y no afiliados. En unos es más fuertes que en otros, pero lo hay en todos. Pero hay que esperar qué trascienda más adelante para saber.
Estamos en tiempos donde la intolerancia a la corrupción llega a niveles insospechados y eso lleva al hastío. No es la primera vez que figuras cercanas al gobernador Pedro Pierluisi terminan declarándose culpables por cargos de corrupción. No ha pasado un año desde que uno de los mejores amigos del primer mandatario, Joseph “Joey” Fuentes, se declaró culpable de falsificar, ocultar y encubrir nombres de donantes del súper PAC Salvemos a Puerto Rico, cuyos mensajes en campañas beneficiaban indirectamente la candidatura del gobernador. En ese caso, la bala rozó la figura del gobernador y, aunque no lo impactó, si dejó la cicatriz de la quemadura por el roce en su piel... Y esa cicatriz será exhibida en la campaña electoral, ya sea interna o externa del PNP.
Fue un jueves 5 de mayo del 2022 que Fuentes se declaró culpable. Hoy es jueves, 13 de abril del 2023, y tenemos a los primos del gobernador declarándose culpables. Dos casos allegados a él en un ambiente donde la gente está harta de la corrupción, mezclado con la antipatía a los gobiernos porque las cosas no mejoran o no se siente mejoría. Este caso pone en un panorama complicado a Pedro Pierluisi. El FBI podrá decir que el gobernador no tuvo que ver, que no hay investigación contra el primer mandatario, etcétera, y eso no es suficiente para que el efecto electoral en su contra sea de menor impacto.
La gente, en términos generales, no creen ni en la luz eléctrica, y el signo de interrogación no se borrará fácilmente. El gobernador lo sabe, por eso él mismo habló de “primos lejanos”, porque sabe cómo esto será objeto de campaña.
El tema de la corrupción en el gobierno ha sido recurrente en los pasados 30 años, y este caso no es una simple raya adicional para el tigre. Por más anuncios que se hagan de “millones corriendo por las calles” y que el desempleo bajó, los casos de corrupción pueden tragarse esa narrativa, que de por sí no es percibida por el pueblo en comparación y proporción con los billones de dólares que se anuncian en obras. The clock is thicking para el gobernador.