Opinión

Opinión del Dr. Ibrahim Pérez: Transformar Centro Médico-Recinto Ciencias Médicas en ecosistema

Lee aquí la columna de opinión del doctor y experto en sistemas de salud.

Ibrahim Pérez

PUBLICIDAD

Un ecosistema es una comunidad de organismos vivos que cohabitan en un determinado medio ambiente físico, que interactúan entre sí solidariamente para mantener el desarrollo pleno, dinámico y autosustentable de su hábitat, y que responden con rapidez y efectividad a cualquier reto que intente trastocar su estabilidad.

En vista de la quiebra del gobierno de PR y de su incapacidad para sostener económicamente al dúo CM-RCM, es indispensable considerar nuevas alternativas que aumenten su potencial de autosustentabilidad económica, mientras simultáneamente maximiza su probada excelencia en docencia, servicio e investigación. Ello podría lograrse, si desarrollamos a CM-RCM como un ecosistema en el que sus propios componentes interaccionen coordinadamente para preservar su funcionamiento integrado y coherente. El junte de su red de 12 hospitales, de sobre 50 servicios y programas post-grado especializados y de su magna plantilla de eminentes catedráticos, constituye una base capaz de superar los múltiples factores operacionales y económicos que han dificultado su desempeño máximo. Ese talentoso conjunto podría acrecentar su indiscutible capacidad para generar mayores ingresos y proveer empleo a tiempo completo a sus profesionales de la salud, además de asegurar desde adentro su fortalecimiento y subsistencia. Hasta podría disipar las limitaciones que impiden un cumplimiento cabal con los indicadores de desempeño requeridos para mantener su excelencia en docencia y prestación de servicios.

PUBLICIDAD

RCM y ASEM arrastran un sostenido e insuficiente apoyo económico que le han provocado consecuencias adversas de distintos grados. Pero mientras el RCM tiene que cumplir con criterios estrictos de acreditación y estar expuesto continuamente al riesgo de la desacreditación de sus programas, ASEM ha continuado operando en quiebra ininterrumpidamente durante los pasados 25 años, salvado del colapso mediante una variedad de parches económicos recurrentes, pero sin tener que exponerse a riesgos similares a los del RCM.

Tenemos que ponerle fin a la era de la incertidumbre económica-operacional y falta de planificación sensata que oprime al RCM-CM. El gobierno tiene que continuar proveyéndole el más decisivo apoyo económico, al menos hasta que se haga realidad la anhelada autosuficiencia. Durante ese proceso preparatorio, tenemos que educar y retener dentro del nuevo ecosistema a los médicos y otros profesionales de la salud más talentosos, productivos y comprometidos con la docencia, de manera que siempre podamos cubrir nuestras necesidades de recursos para la enseñanza pre-grado y post-grado, y producir nuevos y suficientes ingresos por servicios clínicos e investigación que viabilicen la autosustentabilidad económica del junte. Tenemos que incentivar el reclutamiento del mayor número de talentos entre los que educamos y adiestramos, los cuales frecuentemente reciben su diploma y se marchan a EE.UU. para su internado, residencia y eventual práctica médica, a pesar que le donamos su educación a un costo mucho menor y a un nivel de excelencia mayor que sus pares privados.

Tenemos que seguir protegiendo la supervivencia del CM-RCM, joya más preciada de nuestro sistema de salud, el que siempre saca la cara por nuestra gente cuando el sector privado no quiere o no los puede atender, el que nunca rechaza a nadie y siempre dice presente cuando requerimos cuidado especializado de alto riesgo y exclusividad (como trauma, neurocirugía, ortopedia, cuidado crítico y de alto riesgo en pediatría y obstetricia, quemados).

El complejo CM-RCM podría obtener mayor provecho económico por sus extraordinarios servicios, si el gobierno hiciera frente y enderezara a las abusivas aseguradoras que nos pagan menos por iguales servicios que a facultativos e instituciones privadas, que nos utilizan para enviarnos los peores casos, que nos siguen hundiendo en déficit. Aquellos que hemos vivido y disfrutado la grandeza del junte CM-RCM, añoramos ver el día en que no tengamos que seguir perdiendo talentos que emigran a practicar a EE.UU. ni a tener que arriesgar la acreditación de nuestros programas por falta de un adecuado financiamiento y supervisión académica.

La creación del ecosistema CM-RCM requiere realizar inicialmente un inventario base actualizado, con un perfil individual completo de cada catedrático activo en el RCM y su participación en actividades docentes, de servicio e investigación; conocer el promedio de ingresos anuales durante los últimos cinco años de los facultativos de cada disciplina médica que participan en el programa de práctica médica intramural; el comportamiento de nuestros egresados de medicina respecto a ciudad de práctica y especialidad; la cantidad de estudiantes de medicina que deberían ser admitidos anualmente; la cantidad de facultad necesaria anualmente para la docencia; las disciplinas médicas que más necesitaremos para las próximas décadas, entre otros datos pertinentes.

PUBLICIDAD

Aquel novel junte concebido en 1945 e inaugurado en 1962 como Corporación de Centro Médico, todavía cumple con excelencia su misión fundacional de proveer los servicios médico-hospitalarios más complejos a todos los puertorriqueños, especialmente a su población más pobre y necesitada; servir de principal taller clínico para los programas docentes pre y postgrado del Recinto de Ciencias Médicas, en especial para su Escuela de Medicina; proveer servicios centralizados de apoyo médico y administrativo a las instituciones hospitalarias y entidades que operan en sus predios; y promover entre sus instituciones la investigación clínica y la planificación en recursos humanos que el pais necesitará en las diferentes disciplinas de la salud.

La transformación aquí descrita es esencial para que el RCM-CM continúe funcionando exitosamente al servicio de la docencia en salud y del bienestar de nuestra gente. Instituir una facultad médica a tiempo completo, totalmente comprometida con la docencia, con la práctica médica de excelencia, con la investigación y con la magnificación de ingresos propios, es la clave. Así podremos restablecer su máxima autosuficiencia y renovar su habitual sensibilidad y entrega al servicio de los necesitados, y los estándares de calidad parcialmente deteriorados del complejo docente y médico-hospitalario más grande e trascendental del país.

PUBLICIDAD

Tags

Lo Último