Opinión

Opinión de Denis Márquez: El impuesto a las foráneas y nuestra condición colonia

Lee aquí la columna de opinión del representante del Partido Independentista Puertorriqueño, Denis Márquez

Denis Márquez | Columnista

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Para el año fiscal 2023, que comienza el próximo 1 de julio, se espera una disminución en los recaudos del gobierno central, según lo expresaron en vistas públicas recientemente los miembros del equipo financiero del gobernador. Específicamente, la ponencia conjunta de Hacienda, OGF y AAFAF dice: “En su plan revisado, la proyección de la JSAF para el Año Fiscal 2023 fue de $11,145 millones. El mismo supone, respecto al año fiscal corriente, una merma en el nivel de recaudos de $182.3 millones, o -1.6 por ciento”. Más adelante el escrito añade que: “La reducción prevista por la JSAF impacta principalmente el nivel de ingresos esperado por concepto del arbitrio a las exportaciones o propiedad de entidades foráneas bajo la Ley 154-2010″.

Estas proyecciones son preocupantes. Precisamente, ha sido el PIP el que ha sostenido históricamente que debemos cobrarles más a las empresas foráneas. En la ponencia citada se destaca que la administración Pierluisi está “haciendo gestiones” con el Tesoro federal para subsanar la deficiencia que podría causar la pérdida de este recaudo. Se enfatiza en que se espera que se conceda un año adicional para el cobro de este arbitrio, que hasta ahora es el presente año natural.

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Lo expresado en los párrafos anteriores confirma que ya es hora de que Puerto Rico pueda articular su política fiscal, incluyendo las fuentes permanentes de ingresos de su gobierno central, sin tener que depender de las decisiones que se toman en función de los intereses de los Estados Unidos. Nuestra condición colonial facilitó el que se eliminara en 1996 la Sección 936 del Código de Rentas Internas federal, pieza clave para el desarrollo manufacturero dependiente instalado en nuestro suelo. Ahora el Tesoro de ese mismo país amenaza con eliminar el arbitrio a las empresas foráneas, que representa alrededor de una quinta parte de los ingresos que recauda Hacienda anualmente.

¿Hasta cuándo vamos a permitir que esta vulnerabilidad, de naturaleza política y colonial, defina el futuro de los ingresos que tan urgentemente se necesitan en el contexto de un país que intenta salir de la quiebra? Por ello necesitamos construir una Patria Nueva para desarrollar nuestra economía, insertarnos al mundo y tomar nuestras propias decisiones.

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