El Gobierno de Francia, encabezado por Sébastien Lecornu, superó este jueves las dos mociones de censura que amenazaban su continuidad, gracias al respaldo parcial del Partido Socialista, que decidió darle un margen tras su compromiso de retrasar la aplicación de la reforma de las pensiones.
La primera moción, presentada por La Francia Insumisa (LFI), obtuvo 271 votos a favor, quedándose a 18 apoyos del umbral necesario de 289 para derribar al Ejecutivo. La Agrupación Nacional (RN), liderada por Marine Le Pen, también votó a favor junto a la izquierda en esta primera ronda.
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En la segunda moción, impulsada por la propia RN, el resultado fue de 144 votos favorables, ya que la izquierda decidió no sumarse esta vez.
Antes de las votaciones, Lecornu apeló al “orden republicano” frente al “desorden” y pidió a la oposición un mínimo tiempo de confianza. Reprochó a los partidos rivales que usaran los presupuestos generales como “rehenes” de sus intereses y los instó a aprobar antes de fin de año las cuentas públicas de 2026.
“Las elecciones se celebrarán”, advierte Lecornu
El primer ministro subrayó que “las elecciones presidenciales se celebrarán” y que “habrá tiempo de hacer campaña”, en alusión a los intentos de la oposición por precipitar una crisis política.
Por su parte, Marine Le Pen advirtió desde la tribuna de la Asamblea Nacional que en su partido hay “una impaciencia creciente por ir a las urnas”, y acusó al bloque de Emmanuel Macron de “hacer todo lo posible para evitarlo”. “Volveréis con la cabeza gacha y el rostro abatido, con la vergüenza de quienes solo ganaron tiempo”, lanzó la líder ultraderechista, según la cadena BFM TV.
El papel decisivo del Partido Socialista
El Partido Socialista (PS) desempeñó un papel clave al abstenerse y evitar la caída del Ejecutivo. Su líder, Olivier Faure, reiteró que su bancada no apoyará ninguna moción “mientras se respete el Parlamento”. Sin embargo, advirtió que si el Gobierno incumple sus compromisos, “especialmente sobre las pensiones”, el PS promoverá una “censura inmediata”.
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Aun así, siete legisladores socialistas votaron a favor de la primera moción, desmarcándose de la dirección del partido.
Desde LFI, su portavoz Mathilde Panot acusó al PS de una “responsabilidad histórica” por no sumarse a la censura y pidió a sus diputados “romper filas” para no quedar “arrastrados a una alianza con el Gobierno de Macron”.