El Frente Amplio de Acción Social (FAAS) expresó su preocupación ante la Carta Circular 008-2025-2026, que establece la Oficina de Base de Fe en el Departamento de Educación (OBFDE).
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Según el colectivo, la medida representa una violación abierta al estatuto constitucional que garantiza la separación entre Iglesia y Estado, poniendo en riesgo la equidad, la pluralidad y la salud democrática del sistema educativo.
“Defendemos la separación de Iglesia y Estado porque imponer una Oficina de Fe en el sistema de educación pública violenta más a la sociedad, pues propicia una polarización ideológica que no representa la función de nuestras comunidades escolares. El rol del magisterio representa una figura de poder y significativa en nuestro desarrollo como personas”, afirmó la Dra. Alice Pérez Fernández.
El FAAS señaló que el Departamento de Educación se contradice al justificar la creación de la OBFDE con la Sección 1 de la Carta de Derechos de la Constitución de Puerto Rico, que prohíbe el discrimen por motivos religiosos.
“La educación pública debe ser un espacio laico, inclusivo y respetuoso de la diversidad de creencias. La imposición de agendas religiosas en la política educativa amenaza con desplazar el currículo científico y pluralista, vulnerando el derecho de estudiantes a recibir una formación crítica y libre de adoctrinamiento”, sostuvo el colectivo.
De acuerdo con el FAAS, la experiencia local e internacional demuestra que la introducción de dogmas religiosos en la escuela pública limita el pensamiento autónomo y obstaculiza la formación ciudadana necesaria para una democracia sólida.
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También señalaron que la Carta Circular no menciona el derecho de los estudiantes a no participar en actividades religiosas ni establece protocolos para proteger a quienes no profesan creencias o pertenecen a religiones minoritarias.
El colectivo alertó que permitir la operación de las OBFDE sin una revisión pedagógica ni ética laica abre la puerta a contenido religioso no científico dentro del currículo escolar y a posibles actos de exclusión. Además, denunciaron la falta de mecanismos de supervisión, rendición de cuentas o denuncias ante violaciones a la laicidad.
Desde una perspectiva psicológica, el FAAS advirtió que imponer creencias religiosas en entornos escolares puede generar ansiedad, disonancia cognitiva y conflictos de identidad, sobre todo en estudiantes de trasfondos diversos. Estudios científicos señalan que el adoctrinamiento religioso obligatorio puede causar trauma emocional y reprimir el pensamiento crítico, afectando el bienestar y desarrollo de niños, niñas y jóvenes.
“El promover una religión específica en las escuelas genera desigualdades y puede derivar en discriminación, estigmatización y acoso escolar, lo que repercute en la salud mental y el rendimiento académico”, destacó la organización.
El FAAS también rechazó que la Carta Circular equipare la ética con la religión. “Los valores universales no pertenecen a ninguna fe en particular. Imponer una religión en las escuelas constituye un acto de violencia institucional, porque restringe la libertad de conciencia y amenaza el carácter laico que debe garantizar un Estado democrático”, enfatizó.
Desde el ámbito de los derechos civiles, recordaron que la Constitución prohíbe el uso de fondos públicos para el sostenimiento de instituciones religiosas. Por ello, advirtieron que la creación de la OBFDE representa un retroceso peligroso que erosiona los principios de neutralidad institucional y pluralismo.
El colectivo reafirmó su compromiso con la defensa de los derechos de las niñeces y juventudes, y exhortó a la ciudadanía y a los profesionales de la educación a defender la educación laica y los derechos civiles frente a cualquier intento de instrumentalización religiosa del Estado.
“Exigimos una educación pública plural, crítica y libre de imposiciones religiosas”, concluyó el Frente Amplio de Acción Social.