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Expertos alertan sobre riesgos y oportunidades del uso de IA en la práctica legal

La integración de herramientas de IA en despachos legales puede aumentar la productividad hasta un 40 %, pero profesionales advirtieron que cada cita, precedente y documento generado debe ser cuidadosamente corroborado para evitar errores y sanciones

Un robot reinterpretando la Dama de la Justicia
Robot. Inteligencia artificial, tecnología, justicia (PhonlamaiPhoto/Getty Images)

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La inteligencia artificial (IA) ya llegó a los tribunales. En Puerto Rico y Estados Unidos, se han registrado casos donde abogados fueron multados o descalificados por presentar documentos con citas falsas generadas por estas herramientas. Ante ese escenario, expertos locales reconocen que la IA puede aumentar la productividad de los bufetes hasta en un 40 %, pero advierten que el uso irresponsable puede conllevar sanciones disciplinarias severas.

La presidenta del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico, Vivian Godineaux, sostuvo que los profesionales del derecho no pueden desligarse de su responsabilidad, aunque utilicen sistemas tecnológicos.

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“Nosotros, los abogados, somos quienes respondemos finalmente ante el tribunal y ante nuestros clientes por todo lo que escribimos y expresamos”, señaló. Añadió que “no podemos descansar en la inteligencia artificial porque entonces incumplimos con nuestro deber con nuestros clientes”.

Jesús Manuel Ortiz, que ha especializado su práctica legal en IA y tiene certificaciones sobre ese campo, puntualizó que la herramienta nunca debe interpretarse como “un empleado” que hace el trabajo completo.


“El abogado que utilice una herramienta, para que lo asista en su trabajo, tiene que ver esa herramienta como una ayuda, no como un empleado que te va a hacer un numerado o un compañero que te va a hacer el trabajo”, explicó Ortiz.

Competencia tecnológica obligatoria

El presidente de la Comisión de Tecnología del Colegio de Abogados y Abogadas, Miguel Marrero, explicó que, a partir del 1 de enero de 2026, los nuevos Cánones de Ética impondrán obligaciones tecnológicas.

“Es una regla específica, la regla 1.19, que exige que los abogados tengamos conocimiento tecnológico para poder ejercer la profesión conforme a los estándares actuales”, dijo.

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Ortiz agregó que la regla de competencia tecnológica “lleva insertada un reconocimiento claro de la importancia de la tecnología para la eficiencia de la práctica legal”. Esto implica que la IA ya forma parte del panorama obligatorio, no opcional.

Riesgos, “alucinaciones” y sanciones esperables

Marrero advirtió que una de las fallas más críticas ocurre cuando la IA aporta jurisprudencia incorrecta. “Nosotros tenemos que asegurarnos de que todo lo que vayamos a plasmar en una moción sea correcto porque, de lo contrario, podemos inducir a error al tribunal”, recalcó.

Ortiz detalló que el gran riesgo es la llamada “alucinación”, cuando la IA “crea información falsa, crea casos, te da la cita” y todo aparenta ser legítimo ante una lectura superficial.

Sobre sanciones, Ortiz señaló que el Tribunal Supremo tiene un amplio espectro disciplinario: amonestaciones, multas, suspensión temporal o indefinida. La gravedad de la sanción dependerá de si la falta fue aislada o reincidente. Los casos internacionales ya muestran que las cortes no se quedan en advertencias. Jueces han exigido cartas explicativas, multas y descalificaciones para los abogados, además de difusión de las decisiones disciplinarias en los bufetes afectados.


Contexto: ¿Qué es una alucinación en la IA?

Una “alucinación” ocurre cuando el sistema produce información que parece confiable, pero que en realidad es falsa o inventada: por ejemplo, crear casos judiciales que nunca existieron o atribuir citas a tribunales que nunca las emitieron.


Casos recientes

En Estados Unidos, jueces de bancarrota han impuesto sanciones a abogados que presentaron documentos con citas “alucinadas” generadas por IA. En Illinois y Carolina del Sur, los tribunales encontraron que los abogados habían introducido jurisprudencia inexistente en sus mociones y les impusieron multas y educación continua.

En Alabama, un juez descalificó a tres abogados de la firma Butler Snow por usar aportes de IA sin verificar, calificando la conducta como “equivalente a mala fe” y refiriendo el asunto a su barra estatal.

En Puerto Rico, el Tribunal de San Juan multó a dos abogadas con $1,000 y las refirió al Tribunal Supremo por presentar mociones con al menos seis citas atribuidas al Supremo que no existen. La jueza escribió que se trataba del “uso de herramientas tecnológicas sin la debida diligencia y supervisión, con representaciones falsas al Tribunal basadas en referencias inexistentes”.

En el caso local Betancourt Gómez v. Colegio de Profesionales de la Enfermería, las partes revisaron bases de datos y descubrieron las citas inventadas, lo que suscitó debate sobre si los tribunales puertorriqueños deberán definir reglas más claras para el uso de IA.

Beneficios de la IA

Marrero mencionó que la IA agiliza tareas rutinarias como redacción de documentos, organización de pruebas e interrogatorios, contribuyendo al bienestar del abogado.

Godineaux resaltó que “en la medida en que el tiempo se reduce, el costo favorece al cliente, y eso significa un acceso más justo a la justicia.”

Ortiz indicó que estudios muestran que firmas que integran IA han incrementado su productividad entre un 30 y 40 %, pero subrayó que esto solo se logra con integración prudente y verificación constante.

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