La Cámara de Comercio de Puerto Rico (CCPR) urgió al Gobierno a incluir la energía nuclear y otras tecnologías de última generación en los procesos de subasta para adquirir 3,000 megavatios (MW) de nueva capacidad de generación eléctrica.
En una carta enviada al Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) y a la Autoridad para las Alianzas Público-Privadas (AAPP), la organización empresarial argumentó que ampliar el espectro de tecnologías permitiría subastas “más competitivas, inclusivas y confiables”, al tiempo que se favorecería una evaluación más diversa basada en criterios como costos, seguridad, confiabilidad, impacto ambiental y viabilidad técnica.
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“Puerto Rico enfrenta un momento crítico en su transformación energética. No podemos limitar nuestras opciones cuando existen tecnologías que pueden complementar de manera efectiva las fuentes actuales”, afirmó la presidenta de la CCPR, Margaret Ramírez Báez.
Según Ramírez Báez, el llamado responde tanto a las recomendaciones del Departamento de Energía de Estados Unidos como a disposiciones locales como la resolución IEPR-MI-2025-001 emitida por el NEPR. La Cámara también citó como antecedente el apoyo legislativo que ha recibido la evaluación de energía nuclear mediante resoluciones tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.
El contexto: reapertura del debate sobre energía nuclear
El reclamo de la CCPR se suma al resurgir del tema nuclear en el debate energético de Puerto Rico. Recientemente, el representante Gabriel Rodríguez Aguiló presentó una resolución para investigar la viabilidad de instalar plantas nucleares modulares en la isla, respaldado por un grupo de ingenieros boricuas activos en la industria nuclear estadounidense.
Además, el exintegrante de la Junta de Supervisión Fiscal, Justin Peterson, propuso en una columna en The Daily Caller la combinación de gas natural y reactores modulares como alternativa a la dependencia del sistema actual, criticando la fragilidad de las tecnologías renovables ante fenómenos naturales.
No obstante, desde el ámbito académico, persisten críticas severas. El catedrático Agustín Irizarry Rivera, de la UPR-Mayagüez, advirtió en entrevista reciente con Metro Puerto Rico que la energía nuclear sigue siendo la más costosa y subsidiada del planeta, y que su implementación en la isla supondría riesgos económicos, ambientales y de justicia social.
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Por su parte, la gobernadora Jenniffer González ha reiterado que su administración no asignará tiempo ni recursos a evaluar esa tecnología, alegando que “no existe el ambiente” para ello.
Llamado al diálogo multisectorial
En su comunicación, la CCPR insistió en que el país debe “explorar todas las alternativas energéticas disponibles” y ofreció colaborar activamente en el diseño de una estrategia que garantice un sistema eléctrico “moderno, confiable y sostenible”.
“La competitividad y el desarrollo económico de Puerto Rico dependen de esa apertura tecnológica”, subrayó Ramírez Báez.