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Crisis en albergue de Guaynabo por aumento de perros abandonados

Más de 120 animales esperan adopción en un espacio con capacidad para 80, mientras crece la demanda de entrega de mascotas

Humane Society de Puerto Rico
Babilon, adoptado hace seis años y recientemente devuelto al albergue, es ejemplo del impacto que tienen los animales regresados en la capacidad de la Humane Society de Puerto Rico para recibir nuevas mascotas. (Humane Society de Puerto Rico)

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La Humane Society of Puerto Rico alertó sobre una crisis creciente en su albergue debido al aumento de perros abandonados y la limitada capacidad de su instalación.

La organización ubicada en Guaynabo indicó que actualmente alberga a 121 animales en un espacio diseñado para 80, mientras que diariamente reciben más de 100 solicitudes de entrega de mascotas. Sin embargo, las adopciones semanales no superan las ocho o diez, lo que genera largas listas de espera y limita la ayuda a los animales necesitados.

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“Estamos enfrentando una encrucijada que solo puede resolverse con la ayuda de todos. Adoptar no es solo ofrecer un lugar para vivir, sino un compromiso eterno con el ser que elegimos como parte de nuestra familia”, expresó la entidad en un comunicado.

El albergue, que además de adopción ofrece servicios de vacunación y esterilización de perros y gatos, destacó que muchos animales adoptados regresan al refugio, como el caso de Babilon, adoptado hace seis años y devuelto recientemente. El regreso de estos animales ocupa espacio que podría destinarse a otros en espera, agravando la crisis.

Además, señalaron que los animales adultos, medianos o grandes enfrentan mayor dificultad para ser adoptados y pueden permanecer más de dos años en el albergue.

La organización hizo un llamado a la comunidad para asumir un rol activo en la protección de los animales, enfatizando la necesidad de responsabilidad en la adopción y la importancia de la esterilización para prevenir el abandono.

También instó a las autoridades a proporcionar recursos y apoyo para gestionar de manera más efectiva la creciente demanda, ya que actualmente los esfuerzos recaen principalmente sobre organizaciones y voluntarios independientes sin respaldo gubernamental.

“Un país se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales. Hoy, más que nunca, debemos trabajar juntos para construir una sociedad donde los derechos de los animales sean respetados y donde cada vida, por pequeña que sea, sea valorada”, concluyó la Humane Society of Puerto Rico.

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