El número de muertos por el “ataque masivo” lanzado por Rusia contra Kiev aumentó este miércoles a 19, entre ellos cuatro niños, según confirmaron las autoridades ucranianas y UNICEF. El gobernador de la región, Timur Tkachenko, informó en Telegram que unas diez personas permanecen bajo los escombros en el distrito de Darnitsia, mientras continúan las labores de rescate.
El presidente Volodymyr Zelenskyy denunció que el bombardeo constituye “un asesinato horrible y deliberado de civiles” y recordó que “los rusos no optan por poner fin a la guerra, sino por nuevos ataques”. Señaló que decenas de edificios resultaron dañados, incluidos viviendas, oficinas y el edificio donde funciona la Delegación de la Unión Europea en Ucrania. “Es crucial que el mundo reaccione con firmeza”, advirtió.
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Zelenskyy reiteró que “ante el incumplimiento del alto el fuego y los constantes intentos rusos de evadir negociaciones, se necesitan nuevas sanciones duras”. Afirmó que “Rusia elige misiles balísticos frente a la mesa de negociaciones” y criticó que “parte del mundo hace la vista gorda ante los niños asesinados y busca excusas para Putin”. Pidió en particular una reacción de China y Hungría, a quienes acusó de “guardar silencio”.
El mandatario lamentó que “ya se han arruinado decenas de oportunidades diplomáticas” y advirtió que Moscú debe ser responsabilizado “por cada ataque y cada día de esta guerra”.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia aseguró que el bombardeo se llevó a cabo con armas de largo alcance y alta precisión, incluidos misiles hipersónicos Kinzhal y drones, contra “empresas del complejo militar-industrial y bases aéreas en Ucrania”. Alegó que “todos los objetivos designados fueron alcanzados”, sin pronunciarse sobre las víctimas civiles. Moscú también afirmó haber hundido el buque de reconocimiento ucraniano ‘Simferopol’ en el río Danubio mediante una lancha no tripulada, un hecho que Kiev no ha confirmado.
UNICEF: cuatro niños muertos y un jardín de infancia dañado
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) situó en cuatro el número de menores fallecidos, entre ellos un bebé, y reportó además diez niños heridos en sus hogares. La directora regional de la agencia para Europa y Asia Central, Regina De Dominicis, lamentó que “los restos de las vidas de estos niños se han visto esparcidos por las aceras de la zona residencial afectada”.
UNICEF denunció que también resultó dañado un jardín de infancia, apenas una semana antes del inicio del curso escolar. “En lugar de esperanza y alegría, los escolares siguen viviendo con miedo constante, sin saber cuándo ni dónde ocurrirá el próximo ataque”, señaló la agencia en un comunicado, en el que pidió un alto el fuego incondicional y mayor protección para los menores.
La organización recordó que presta apoyo a las familias con asistencia psicológica y ayuda económica. “Los ataques con armas explosivas contra zonas pobladas deben cesar y debe protegerse la inviolabilidad de la vida de los niños”, subrayó.