El vicepresidente de líneas de distribución de LUMA Energy, Alejandro González, explicó los incidentes ocurridos en distintas zonas del país durante el fin de semana, cuando el paso del huracán Erin, en aguas al Norte de Puerto Rico, dejó lluvias y ráfagas de viento.
Al mediodía de hoy lunes, se registraban sobre 94 mil clientes sin servicio eléctrico en Puerto Rico.
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En entrevista con Metro al Mediodía, González aclaró que las imágenes virales de una supuesta explosión en Bayamón corresponden a un cable de una línea de 115 mil voltios que cayó al suelo, provocando un incendio.
“No hubo ninguna subestación ni clientes afectados. Lo que se vio fue un alambre caído que ocasionó fuego en la zona de Sierra Bayamón”, indicó.
Orocovis sin servicio eléctrico en un 90%
El ejecutivo confirmó que en Orocovis hasta un 90% de los clientes se quedaron sin servicio debido a la salida de una subestación principal. El evento se debió a una falla en una línea de transmisión. El alcalde de ese municipio, Jesús Colón Berlingeri informó en un comunicado de prensa que tampoco tienen servicio de agua.
Un escenario similar se vio en Barranquitas, pero en ese pueblo de la montaña ya se atendió la problemática y el servicio fue restablecido. En Corozal, el alcalde Luis García informó a Teleonce que la línea 36,100 de transmisión cayó, por lo que LUMA envió un helicóptero a sobrevolar y estaban atendiendo la situación, pero aún quedaban ciudadanos sin servicio. Allí también estaban sin agua potable. En San Lorenzo, el alcalde Javier Alverio Ramos dijo a Teleonce que más del 50 % del municipio está sin luz y lo adjudicó a falta de desganche.
Comunidades de Guayama también afectadas
En Guayama, el alcalde había solicitado atención para comunidades como Pueblito y Palmas Altas. Según González, los problemas se concentraron en la parte sur del país, aunque destacó que esa región fue de las menos impactadas al inicio del evento atmosférico.
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Explicó que, como parte del plan de recuperación, primero se atienden las líneas de transmisión y cargas críticas (hospitales, cuarteles de la policía), y luego se pasa a zonas urbanas y sectores más pequeños. Sin embargo, reconoció que las averías en áreas rurales resultan más complejas, ya que muchas están relacionadas con derrumbes y árboles caídos.
“Son trabajos que toman mucho tiempo y afectan a pocos clientes, por eso en este último 3 a 5% la recuperación se siente más lenta”, puntualizó.