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Corea del Norte empieza a desmontar altavoces de propaganda en la frontera

Los altavoces forman parte de una larga tradición de guerra psicológica en la península

Una batería de altavoces se observan en Incheon, Corea del Sur, en junio de 2024, cuando Seúl comenzó a emitir transmisiones de propaganda a todo volumen en las zonas fronterizas como represalia por el envío de globos cargados de basura por parte de C DW

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El Ejército de Corea del Norte empezó a retirar los altavoces de propaganda utilizados para emitir ruidos perturbadores en la frontera, informó este sábado, pocos días después de que el nuevo gobierno de Seúl hiciera el mismo gesto.

El Ministerio de Defensa surcoreano indicó que se trata de una acción concreta de Pyonyang para contribuir al alivio de las tensiones entre las dos Coreas “en un marco que no afecta la postura de preparación militar”.

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“Los militares surcoreanos detectaron tropas norcoreanas desmontando altavoces de propaganda en ciertas zonas a lo largo de la línea del frente desde esta mañana”, declaró el Estado Mayor Conjunto surcoreano en un comunicado. “Queda por confirmar si estos dispositivos han sido retirados en todas las regiones”, añadió.

Ambos países ya habían detenido las emisiones de propaganda a lo largo de la zona desmilitarizada tras la elección del presidente Lee Jae Myung, quien busca calmar las tensiones con Pyongyang. “Sea cual sea el costo, la paz es preferible a la guerra”, declaró en junio. El lunes, el Ministerio de Defensa surcoreano declaró que el país había comenzado a retirar los altavoces como una medida práctica destinada a reducir las tensiones con el Norte.

Los altavoces forman parte de una larga tradición de guerra psicológica en la península y han sido empleados durante décadas para emitir noticias, mensajes críticos contra el régimen norcoreano, música popular o simplemente ruidos hacia el otro lado de la frontera. Desde junio habían sido silenciados a ambos lados.

Ambos países están técnicamente aún en guerra, ya que la guerra de Corea de 1950-1953 terminó con un armisticio y no con un tratado de paz. Kim Yo-jong, la influyente hermana del líder norcoreano, dijo la semana pasada que Corea del Sur sigue siendo el enemigo y que Pionyang no tiene intención de diálogo intercoreano, al rechazar por completo los objetivos de desnuclearización propuestos por Seúl y Washington.

lgc (afp, efe)

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