Representantes docentes y estudiantiles de la Universidad de Puerto Rico (UPR) criticaron las posturas y medidas que la presidenta Zayira Jordán expuso recientemente en entrevista con Metro Puerto Rico, en la que dejó abierta la posibilidad de cerrar programas académicos con baja matrícula, implosionar la residencia Torre Norte y expandir cursos cortos y certificados no conducentes a grado en todos los recintos
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La funcionaria también mencionó gestiones con el Departamento de la Familia para orientar a estudiantes sobre ayudas como el Programa de Asistencia Nutricional (PAN), así como la evaluación de alianzas público-privadas para el manejo de propiedades universitarias.
Desde la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU), el portavoz Jorge Lefevre advirtió que las decisiones sobre el rumbo académico de la UPR deben tomarse con un debate amplio dentro de la comunidad universitaria, y no con un enfoque individual.
Según explicó, aunque reconoce que los programas académicos deben evaluarse y transformarse, le preocupa que el criterio principal sea la demanda y no el valor cultural, científico o social de las disciplinas.
“Lo más universitario sería poner todos estos problemas a discusión amplia. La universidad se supone que este es un espacio de debate, de desarrollo de ideas, y las soluciones universitarias deberían seguir también ese método”, afirmó.
Mientras, en el sector estudiantil, el presidente interino del Consejo de Estudiantes Reynaldo Vélez consideró que las expresiones de Jordán son una repetición de políticas aplicadas por administraciones pasadas. Para el líder estudiantil, la transformación que plantea la presidenta no está clara y podría poner en riesgo la excelencia académica en favor de objetivos económicos a corto plazo.
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“Vemos más o menos la misma política, distintas palabras, misma política, distinta cara, misma política. El problema es transformarla hacia dónde. ¿El norte de la universidad pública es entregar tu excelencia académica en el nombre de vender y generar dinero al momento, como si fuese una inversión a corto plazo, o generar profesionales que son los que realmente van a llevar a Puerto Rico a desarrollarse como país?”, cuestionó el estudiante.
Uno de los temas dialogados por los entrevistados fue la posibilidad de demoler Torre Norte. Jordán señaló que la residencia podría ser implosionada si se determina que no es viable rehabilitarla con los $18 millones asignados por la Junta de Supervisión Fiscal (JSF). Ante esto, Vélez insistió en que cualquier decisión sobre el futuro de esa instalación debe ser tomada por el recinto y con participación estudiantil. A su juicio, es una determinación demasiado delicada para hacerse a puerta cerrada.
“Debería ser la decisión del recinto, que es quien lo vive, que es quien lo siente, y debería estar en las manos de los estudiantes. ¿Qué se va a hacer? Remodelar, demolicionar, esa es la decisión del recinto, no de Zayira Jordán”, subrayó.
En cuanto a las iniciativas para orientar a estudiantes sobre ayudas como el PAN, Vélez dijo que cualquier esfuerzo que provea apoyo a la población universitaria es positivo, pero que espera que la presidenta trabaje de la mano con los proyectos que ya impulsan los recintos para atender la inseguridad alimentaria.
Por su parte, Lefevre también reaccionó al anuncio de Jordán sobre el plan de retribución de docentes. Señaló que la APPU ha sostenido reuniones iniciales con la presidenta y que hay apertura al diálogo, pero lamentó que las negociaciones formales no hayan comenzado por falta de un comité negociador completo.
“Aunque la conversación inicial sobre el plan de retribución está fluyendo, (...) no hemos podido reunirnos. Los comités negociadores de la APPU y de la UPR no se han podido reunir desde julio porque Zayira Jordán todavía no ha conseguido las personas para componer ese comité”, confesó el también profesor.
En relación con la posibilidad de establecer alianzas público-privadas para manejar propiedades universitarias, Vélez manifestó su rechazo por la experiencia negativa con otros contratos similares, mientras que Lefevre indicó que el tema no ha sido discutido formalmente en su gremio.
El líder estudiantil recalcó que la administración de residencias debería quedar en manos de quienes las utilizan.
“¿Por qué en vez de darle administración de una residencia a una empresa público-privada, no se le da a los estudiantes que son los que están viviendo allí y los que saben qué es lo que necesita el edificio? Porque eso no es para generar ingresos… la educación es una inversión a largo plazo”, concluyó el estudiante.