El presidente de la Comisión de Desarrollo Económico de la Cámara de Representantes, Joel Franqui Atiles, anunció la radicación del Proyecto de la Cámara 684 el cual tiene como propósito declarar como monumento histórico el antiguo ‘Túnel Negro’, ubicado en el barrio Terranova del municipio de Quebradillas, y el cual sirvió por décadas como principal vía de la red de trenes de carga y pasajeros que le daban la vuelta a la isla.
“El Túnel Negro es un lugar de enorme valor histórico y centro de atracción para miles de turistas que visitan el municipio de Quebradillas. Esta estructura centenaria contiene elementos históricos y arquitectónicos que pueden ser examinados para la declaración de zona y área histórica, y así poder incluirse en los registros nacionales y federales. El norte de esta medida es que se declare el Túnel Negro como zona histórica, para así ayudar a la presentación de unos de los lugares más reconocidos del área noroeste de Puerto Rico”, comentó Franqui, quien es también representante el Distrito #15 de Hatillo, Camuy y Quebradillas.
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El llamado Túnel Negro, posee una gran longitud, como su geometría curva se unen para evitar que se pueda ver el otro extremo desde sus entradas creando total oscuridad en algunos puntos a lo largo del túnel.
Esta característica es la razón por la cual se le conoce como el Túnel Oscuro o Túnel Negro.
¿Sabías sobre la leyenda del túnel?
La leyenda del Túnel de Guajataca cuenta que, durante las primeras décadas del siglo 20, ocurrió un accidente que mató a decenas de pasajeros. Desde entonces, los isabelinos y quebradillanos dicen escuchar las voces de las víctimas de ese accidente al atravesar el túnel de noche.
En años recientes, esfuerzos de organizaciones locales han revitalizado el túnel para resaltar su valor histórico, y lo han convertido en un área turística.
La Oficina Estatal de Conservación Histórica ha explicado que este recurso, de valor histórico como obra de la ingeniería, tiene alrededor de 6 metros de altura, 5 metros de ancho y 142 metros de longitud. El túnel se dejó de usar en el año 1953 cuando la American Railroad Company descontinuó sus servicios de carga y de pasajeros en ferrocarril.
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El Túnel Negro (también conocido como el Túnel de Quebradillas) fue documentado inicialmente por el doctor Luis Pumarada en agosto de 1978 para el ‘Inventario Histórico e Industria de Puerto Rico’ que se preparó para la Oficina del Presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
El Túnel Negro se adentra en el macizo de caliza, curvea dentro de este y sale nuevamente al mismo lado, para que el puente pudiera ser recto y quedar perpendicular al cañón del río. También, tiene una sección transversal en forma de herradura, con un ancho de 4 metros en la base y toda su longitud de 142 metros tiene bóveda de hormigón y paredes de mampostería con entradas con bordes en piedra labrada.
