El Comisionado Residente Pablo José Hernández Rivera denunció el jueves en el Congreso lo que calificó como “tres golpes de traición” del gobierno de Puerto Rico contra las comunidades inmigrantes, por acciones recientes que, según dijo, violan derechos civiles y destruyen la confianza pública.
En su discurso, Hernández Rivera comparó la situación con el tradicional plato dominicano conocido como “los tres golpes”, para ilustrar la gravedad de lo ocurrido.
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“Lastima el corazón”, dijo. “Pero no tanto como los tres golpes que ha recibido nuestra comunidad inmigrante de manos de su propio gobierno”.
El comisionado señaló tres eventos ocurridos en enero: una promesa de la gobernadora de que ICE no realizaría redadas en la isla; una redada pocos días después que detuvo incluso a inmigrantes documentados; y la revelación de que el Departamento de Transportación y Obras Públicas compartió datos personales con agencias migratorias federales.
“Voy a ser claro. Todos queremos que los inmigrantes estén con sus papeles al día. Todos queremos que quien viole la ley enfrente consecuencias. Pero nadie puede defender que un Gobierno engañe a su comunidad más vulnerable. Nadie puede defender que el Gobierno les pida información personal para darles una licencia de conducir y que luego entregue la misma al gobierno federal para que los investiguen y los deporten”, expresó Hernández Rivera.
El funcionario remarcó el impacto devastador en las vidas de los inmigrantes y sus familias: “Estamos hablando de seres humanos. Estamos hablando de niños que podrían perder a sus padres. Estamos hablando de ancianos que podrían perder a sus hijos cuidadores”.
Hernández Rivera refutó el argumento de que el gobierno debía colaborar para no perder fondos federales, al señalar que 20 estados ya han rechazado presiones similares del gobierno federal. “¿Y el gobierno de Puerto Rico? Cobarde”, dijo.
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El comisionado cerró su intervención con un llamado a la conciencia. “La historia no tendrá misericordia. Este gobierno traicionó a dominicanos, haitianos, venezolanos y a tantos otros inmigrantes para complacer a Donald Trump. Como me dijo un amigo: les dieron tres golpes y los tiraron a mondongo”.
