El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha permitido este lunes a la Administración de Donald Trump revocar el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) del que gozan actualmente unos 350,000 migrantes venezolanos, lo que facilitaría su potencial deportación.
El máximo tribunal estadounidense ha fallado a favor del régimen Trump, que busca poner fin a esta protección que se retrotrae a la etapa del expresidente Joe Biden en la Casa Blanca. La jueza Ketanji Brown ha expresado su disconformidad con esta decisión, según ha recogido la cadena NBC News.
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Esto se produce después de que la actual secretaria de Seguridad Interior estadounidense, Kristi Noem, ordenara en febrero la anulación de esta política, si bien un juez federal frenó a finales de marzo los planes de la Administración Trump, que terminó por invocar al Supremo.
El juez federal del distrito del norte de California Edward Chen señaló en su escrito de 78 páginas que Noem “hizo generalizaciones negativas sobre los beneficiarios venezolanos del TPS”, fallando así a favor de un grupo de demandantes que alegó que la revocación de las protecciones viola la Ley de Procedimientos Administrativos y que la medida estaba motivada por prejuicios raciales y políticos.
Al recurrir al Supremo, la Administración Trump alegó en su solicitud que, mientras el dictamen judicial de Chen siga en vigor, esto “arrebata el control de la política migratoria al poder ejecutivo” y retrasa “decisiones políticas sensibles”.
La medida adoptada por Biden en enero facilitaba que los venezolanos pudiesen seguir beneficiándose de una protección específica hasta octubre de 2026, lo que abría la puerta a que pudieran trabajar de manera legal en Estados Unidos. Este estatus les protegía además de deportaciones inminentes.