La crisis ambiental afecta al mundo entero, y Puerto Rico no es la excepción.
Tras décadas de desarrollo urbano y proyectos de infraestructura, el archipiélago enfrenta múltiples desafíos ecológicos.
PUBLICIDAD
Entre los más apremiantes, se encuentran la erosión costera, la deforestación, la pérdida de especies, el mal manejo de desperdicios sólidos y la contaminación lumínica.
Deforestación
La deforestación, mayormente causada por la actividad humana, también se ve agravada por eventos atmosféricos como los huracanes. Desde el siglo 20, grandes extensiones de terreno han sido deforestadas para el desarrollo agrícola e inmobiliario. Esta pérdida de vegetación contribuye a la erosión y a un mayor impacto del cambio climático, debido a la liberación de carbono a la atmósfera.
Erosión costera
Este fenómeno, provocado por el aumento del nivel del mar debido al cambio climático, amenaza cada vez más las zonas costeras. La situación es crítica en lugares como Ocean Park, San Juan; Córcega, Rincón; Combate, Cabo Rojo; y La Parguera, Lajas, donde el mar ya ha alcanzado estructuras construidas hace décadas. La pérdida de playa y terreno continúa acelerándose.
Especies amenazadas
El deterioro ambiental también afecta la biodiversidad. La destrucción de hábitats, producto de la deforestación y el cambio climático, ha puesto en peligro a varias especies endémicas, como el sapo concho, la cotorra puertorriqueña, el guaraguao de bosque, la mariquita de Puerto Rico y el tinglar.
Mal manejo de desperdicios sólidos
La gestión inadecuada de los residuos sigue siendo un problema serio. La proliferación de vertederos clandestinos, la deficiente recolección y transporte de basura, y la baja tasa de reciclaje han agravado la situación. Esto no solo contamina el ambiente, sino que también promueve la propagación de enfermedades y plagas, como los mosquitos.
PUBLICIDAD
Contaminación lumínica
El exceso de iluminación artificial, producto de la sobrepoblación y del uso ineficiente de sistemas de alumbrado, ha generado una alta contaminación lumínica. Esta problemática no solo afecta la observación astronómica y la experiencia en bahías bioluminiscentes como Bahía Mosquito, Vieques; Laguna Grande, Fajardo; y La Parguera, Lajas, sino que también interfiere con los ciclos naturales de aves, tortugas marinas y especies como el cucubano, que requieren oscuridad para reproducirse.
Ante estos retos, iniciativas ciudadanas han cobrado relevancia. La organización Para la Naturaleza ha desarrollado el portal ciudadanoprotector.com, donde cualquier persona puede reportar situaciones ambientales y contribuir activamente a la protección del entorno.