Tras la victoria del presidente electo Donald Trump (que fue impulsada por los votantes masculinos y que para muchos pareció un referéndum sobre los derechos reproductivos), un grupo de mujeres estadounidenses están abriendo la conversación de “boicotear a los hombres”.
La idea proviene del movimiento surcoreano conocido como 4B, o los 4 No (bi significa “no” en coreano), el cual exige el rechazo a salir con hombres (biyeonae), a las relaciones sexuales con hombres (bisekseu), al matrimonio heterosexual (bihon) y al parto (bichulsan).
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El interés en el movimiento 4B ha aumentado en los días posteriores a la elección, con un aumento de las búsquedas en Google y el hashtag en las redes sociales. Decenas de mujeres jóvenes están explorando y promoviendo la idea en publicaciones en plataformas como TikTok y X.
Estas mujeres dicen que están enfurecidas y hartas después de que la mayoría de sus amigos o conocidos masculinos votaran por un candidato que fue declarado responsable de abuso sexual y cuyo nombramiento de tres jueces conservadores de la Corte Suprema condujo a la anulación de las protecciones nacionales del derecho al aborto.
En respuesta, dicen que están renunciando a los hombres y están animando a otras mujeres en todo el país a unirse a ellas.
¿Qué es el movimiento 4B?
4B es una abreviatura de las cuatro palabras coreanas bihon, bichulsan, biyeonae y bisekseu, que se traducen como nada de matrimonio, nada de partos, nada de citas y nada de sexo con hombres.
El movimiento 4B surgió en Corea del Sur alrededor de 2015 o 2016, según Ju Hui Judy Han, profesora adjunta de estudios de género en la Universidad de California en Los Ángeles. Popular sobre todo entre mujeres jóvenes de entre 20 y 30 años, lo describió como una rama marginal de #MeToo y otros movimientos feministas que surgieron en respuesta a la marcada desigualdad de género en el país.
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En 2016, una mujer fue brutalmente asesinada cerca de una estación de metro de Seúl; el agresor supuestamente dijo que la mató porque se sintió ignorado por las mujeres. El incidente provocó una reflexión nacional sobre el trato que reciben las mujeres en el país, que se amplió para incluir conversaciones sobre feminicidios, pornografía vengativa y delitos sexuales digitales.
El feminismo y la brecha de género han sido temas polémicos en Corea del Sur. Las mujeres del país cobran aproximadamente un tercio menos que los hombres, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la brecha salarial más alta entre las naciones de la OCDE.
El movimiento 4B estaba descentralizado y existía en varias iteraciones en línea y fuera de línea, lo que dificulta evaluar su verdadero tamaño y escala. Con los años, el movimiento ha disminuido y se ha dividido por desacuerdos sobre el papel de las mujeres queer y trans, según Han. Pero dice que 4B y otros movimientos feministas de Corea del Sur llamaron la atención sobre la desigualdad de género en el país y enfatizaron la acción colectiva.
“No es un movimiento muy extendido, pero creo que mucha gente se identifica con los sentimientos que lo sustentan”, expresó Han. “Cuando hay una violencia tan generalizada contra las mujeres, una discriminación y desigualdad tan sistémicas, cuando hay tantas cosas que dificultan el matrimonio, el parto y la crianza de los hijos, ¿por qué y cómo podría alguien imaginar casarse y dar a luz?”.
Pese a que el movimiento 4B de Corea del Sur prácticamente desapareció de los titulares de los medios en los últimos años, las elecciones estadounidenses han renovado el interés.