La secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Anaís Rodríguez, confirmó este sábado el hallazgo de una tortuga carey muerta en el área de Pozuelo, en Guayama, en lo que aparenta ser un acto de violencia contra la especie en peligro de extinción.
En declaraciones escritas, Rodríguez calificó el caso como un “horrendo crimen” y explicó que el animal fue encontrado por integrantes del Grupo de Tortugueros del Sur, el cual se dedica a la protección, preservación y restauración de las tortugas marinas y su hábitat en la zona sur de Puerto Rico.
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“Durante la mañana de hoy, sábado, miembros del Grupo de Tortugueros del Sur descubrieron los restos de una tortuga carey, que llegó a anidar en el área de Pozuelo, en Guayama; en lo que aparenta ser un horrendo crimen”, declaró Rodríguez.
La funcionaria abundó que la organización y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos están llevando a cabo una investigación para determinar las circunstancias exactas de la muerte de la tortuga. Además, exhortó a la ciudadanía a colaborar con las autoridades si tienen información que pueda ayudar en la investigación de este crimen.
“Exhorto a la ciudadanía a que, de tener información que ayude en la investigación de este horrendo crimen, se comuniquen al Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos al (787)-749-4338 o (1-844)-FWS-TIPS (397-8477) o enviar un correo electrónico a fws_tips@fws.gov. También, pueden comunicarse con el Cuerpo de Vigilantes al (787)-999-2200 ext. 2911″, añadió la secretaria.
El carey —Eretmochelys imbricata— es especie que está protegida debido a su estatus en peligro de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). De acuerdo con el DRNA, uno de los lugares más importantes del Caribe para la reproducción de esta especie es en la Isla de Mona.
Durante los últimos años, la tortuga carey ha enfrentado múltiples amenazas que han llevado a su declive poblacional debido a la pérdida de hábitat, la contaminación marina, la pesca incidental, la captura para el comercio ilegal de sus caparazones y la alteración de las temperaturas de anidación debido al cambio climático.
