El primer ministro polaco Donald Tusk viajó el sábado a la frontera con Bielorrusia, que también es la frontera exterior de la Unión Europea con el Estado autocrático, y prometió hacer más para fortalecer la seguridad a lo largo de toda su frontera oriental.
Tusk acusó a Minsk, aliado de Moscú, de intensificar lo que llamó una “guerra híbrida” contra Occidente al alentar a los inmigrantes a intentar cruzar a la UE. Prometió que Polonia no escatimará gastos en su seguridad fronteriza.
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“Sé que cada día hay más y más cruces ilegales”, dijo Tusk a los periodistas en la frontera, donde se reunió con soldados del ejército polaco, agentes de la guardia fronteriza y policías. También citó “la creciente amenaza resultante de la guerra de Rusia contra Ucrania y la incierta situación geopolítica”.
La visita a la frontera, la primera de Tusk desde que asumió el cargo en diciembre, se produce luego que un juez polaco desertó a Bielorrusia este mes. Afirmó que enfrentaba persecución en Polonia, una democracia, pero las autoridades lo denunciaron como traidor y es investigado bajo sospecha de espionaje.
Tusk reemplazó a un partido conservador nacional en desacuerdo con la UE por cuestiones de Estado de derecho. Ese partido, Ley y Justicia, adoptó una postura firme contra la migración de una manera que lo enfrentó a otros aliados europeos cuando asumió el poder por primera vez en 2015.
Sin embargo, desde entonces, el sentimiento general contra la migración en toda Europa se ha endurecido. Si bien Tusk no utiliza parte de la dura retórica antiinmigrante de sus predecesores, él también se opone a la migración no regulada.
“Ésta no es solamente la frontera interna de Polonia, sino también la frontera de la Unión Europea. Por lo tanto, no tengo ninguna duda de que toda Europa tendrá que invertir —y sé que lo lograremos— en su seguridad al reforzar la frontera oriental de Polonia y la seguridad de nuestra frontera”, señaló Tusk.
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Añadió que hizo una declaración a los comandantes de las fuerzas de seguridad en la frontera: “No hay límites a los recursos cuando se trata de la seguridad de Polonia”.
La visita se realiza semanas antes de las elecciones del próximo mes para el Parlamento Europeo, y Tusk parece decidido a enviar un mensaje a los votantes de que su partido político, la Coalición Cívica, favorece la seguridad fronteriza y apoya a los agentes uniformados allí.
“He venido hoy principalmente para que tanto los comandantes como sus subordinados no tengan dudas de que el Estado polaco y el gobierno polaco están con ellos en cualquier situación, aquí en la frontera”, sostuvo.
En 2021 estalló una crisis a lo largo de la frontera oriental de la UE con Bielorrusia cuando un gran número de inmigrantes de Oriente Medio y África comenzaron a llegar al área. La UE acusó al líder bielorruso Alexander Lukashenko de alentar la migración para desestabilizar la UE después que el bloque impuso sanciones al país por unas elecciones ampliamente consideradas fraudulentas.
El gobierno anterior de Polonia respondió a la crisis construyendo un alto muro de acero.
