El ejército de Israel recuperó el cadáver de un granjero de 47 años que estaba retenido como rehén en Gaza, en un momento en que los negociadores se preparan para iniciar otra ronda de conversaciones el domingo sobre un alto el fuego y la liberación de los rehenes restantes —seis meses después de haber iniciado la guerra.
Las fuerzas militares israelíes informaron el sábado que encontraron el cadáver de Elad Katzir, quien se cree fue asesinado en enero por milicianos de la yihad islámica, uno de los grupos que irrumpió en el sur de Israel durante el ataque del 7 de octubre en que murieron más de 1,200 personas y fueron capturados unos 250 rehenes.
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Katzir fue secuestrado en Nir Oz, una comunidad fronteriza que sufrió algunas de las mayores pérdidas.
El hallazgo renovó la presión sobre el gobierno de Israel para llegar a un acuerdo que libere a los rehenes restantes, al tiempo que las familias temen que el tiempo se esté acabando. Se ha confirmado la muerte de al menos 36 rehenes en cautiverio; poco más de un centenar han sido liberados.
“Él se habría salvado si se hubiera llegado a un acuerdo a tiempo”, dijo Carmit, la hermana de Katzir, en un comunicado. “Nuestro liderazgo es cobarde y está impulsado por consideraciones políticas, y es por eso que no se logró (un acuerdo)”.
La población israelí está dividida respecto a la estrategia del primer ministro Benjamin Netanyahu. Hace una semana, miles de israelíes abarrotaron el centro de Jerusalén en la mayor protesta antigubernamental desde que comenzó la guerra.
Dentro de Gaza, el costo de la actual ofensiva de Israel se mide en decenas de miles de muertes y más de un millón de palestinos desplazados.
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“Hemos llegado a un hito terrible”, dijo el jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, en un comunicado al cumplirse seis meses de la guerra y señalando “la perspectiva inmediata de una vergonzosa hambruna provocada por el hombre”. Dijo que es “inadmisible” que el conflicto en Gaza escale aún más.
Las negociaciones de un cese del fuego se reanudarán el domingo, según un funcionario egipcio y la televisión estatal egipcia Al Qahera. El funcionario habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar al respecto.
El presidente estadounidense Joe Biden envió al director de la CIA, Bill Burns, a Egipto. Por su parte, una delegación de Hamás llegará el domingo para sumarse a las conversaciones, de acuerdo con el grupo miliciano.
Hamás ha insistido en vincular un fin gradual de la guerra —no un cese del fuego temporal— a cualquier acuerdo que incluya la liberación de rehenes. Ha señalado que aceptará liberar a 40 rehenes como parte de una tregua inicial de seis semanas que incluya la liberación de reos palestinos que se encuentran en prisiones israelíes. Hamás también busca el regreso de los desplazados al devastado norte de Gaza y más ayuda.
Israel ha ofrecido permitir que sólo 2.000 palestinos desplazados —principalmente mujeres, niños y ancianos— viajen al norte diariamente durante esas seis semanas de cese del fuego.
Hace unos días, ataques aéreos israelíes mataron a siete trabajadores humanitarios de la organización benéfica World Central Kitchen, lo que provocó la condena internacional. Israel ha descrito el ataque como un trágico error, pero los grupos de ayuda aseveran que no se trató de una anomalía. La ONU sostuvo que al menos 190 trabajadores de ayuda han perdido la vida en Gaza para finales de marzo.
Algunos aliados de Israel ahora están considerando detener la venta de armas. Biden advirtió a Netanyahu que el futuro apoyo de Estados Unidos a la guerra depende de la rápida implementación de nuevas medidas para proteger a los civiles y a los trabajadores humanitarios.
“Necesitamos garantías de seguridad para nosotros como trabajadores humanitarios, pero también para las personas a las que servimos”, dijo Marika Guderian, del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, hablando desde Gaza.
La muerte de los cooperantes detuvo las entregas de ayuda en una nueva ruta marítima crucial para enviar ayuda directamente a Gaza, mientras la ONU y sus socios advierten sobre una “hambruna inminente” para 1,1 millones de personas, o la mitad de la población. El grupo humanitario Oxfam dice que la gente del norte de Gaza sobrevive con una media de 245 calorías al día.
En Jabaliya, un campamento de refugiados cerca de la ciudad de Gaza, las familias hurgaban entre los escombros en busca de hojas de malva para hacer un caldo ligero a fin de romper el ayuno diario del Ramadán.
“La vida se ha vuelto miserable. Ellas (las hijas) me dicen: ‘Padre, nos estás dando de comer malva, malva, malva todos los días’”. Queremos comer pescado, pollo, comida enlatada. Queremos huevos o cualquier otra cosa’”, dijo Wael Attar. Ellos se refugian en una escuela como parte de las 1,7 millones de personas desplazadas en Gaza.
Israel ha prometido abrir más cruces fronterizos hacia Gaza y aumentar el flujo de ayuda. La ONU sostiene que en marzo, el 85% de los camiones con ayuda alimentaria fueron bloqueados.
El número de muertos por la guerra en Gaza es de 33.137, según el Ministerio de Salud del territorio. Su balance no diferencia entre civiles y combatientes, pero ha dicho que las mujeres y los niños constituyen la mayoría de los muertos.
El Ministerio informó que los cadáveres de 46 palestinos que murieron en ataques aéreos israelíes han sido llevados a hospitales en las últimas 24 horas, la cifra diaria más baja en meses.
Israel culpa a Hamás por las muertes de civiles en Gaza, y acusa al grupo de operar en comunidades residenciales y áreas públicas como hospitales.
Naciones Unidas señaló que finalmente obtuvo acceso al hospital más grande de Gaza, Shifa, luego de una incursión israelí de un día de duración y se encontró con lo que el jefe de la Organización Mundial de la Salud llamó “un cascarón vacío”, con la mayoría de los edificios destruidos. La OMS detalló que tras el asedio israelí se hallaron varias tumbas poco profundas y muchos cadáveres semienterrados justo afuera del área de emergencias.
La destrucción de Shifa y del principal hospital del sur de Gaza, Nasser, “ha roto la columna vertebral del ya debilitado sistema de salud”, sostuvo la OMS.
Rafah, la ciudad más al sur de Gaza, alberga ahora a más de la mitad de los 2,3 millones de habitantes del territorio, y la promesa de Israel de llevar a cabo una ofensiva terrestre allí ha ocasionado semanas de temor y advertencias incluso del principal aliado de Israel, Estados Unidos.