En la ciudad china de Shanghái, dos mujeres jóvenes en busca de una educación en el extranjero decidieron no ir a Estados Unidos, un destino favorito durante décadas que está perdiendo su encanto.
Para Helen Dong, una estudiante de publicidad de último año, el problema fue el costo. “Para mí no funciona si tienes que gastar 2 millones de yuanes (278.000 dólares), pero no encuentras trabajo al regresar”, comentó. En unos meses, Dong, de 22 años, se dirigirá a Hong Kong.
PUBLICIDAD
Los costos no le preocuparon a Yvonne Wong, de 24 años, quien actualmente estudia literatura y culturas comparadas en una maestría en la Universidad de Bristol en Gran Bretaña. Para ella, el problema fue la seguridad.
“Las familias en Shanghái no suelen querer enviar a sus hijas a lugares en donde no están prohibidas las armas de fuego, ese fue el motivo principal”, dijo Wong. “Entre Estados Unidos y el Reino Unido, el Reino Unido es más seguro, y esa fue la principal consideración para mis padres”.
Al repuntar el interés de estudiar en el extranjero tras la pandemia, hay señales de que la racha de décadas que ha enviado a unos 3 millones de estudiantes chinos a Estados Unidos, incluidos muchos de los más talentosos del país, estaría en descenso conforme el cambio geopolítico altera la relación entre Estados Unidos y China.
Reducir el intercambio entre personas podría tener un impacto duradero en la relación entre ambos países.
“La educación internacional es un puente”, dijo Fanta Aw, directora ejecutiva de la Asociación de Educadores Internacionales NAFSA con sede en Washington. “Un puente a largo plazo, ya que los estudiantes que llegan hoy son los ingenieros del futuro. Son los políticos del futuro, son los emprendedores comerciales del futuro”.
PUBLICIDAD
“Que ese canal no esté tan sólido implica que nosotros, en Estados Unidos, tenemos que poner atención, porque las relaciones entre China y Estados Unidos son muy importantes”, señaló.
Aw agregó que la reducción es más notable en los programas de grado en Estados Unidos, que atribuyó a una población en descenso en China debido a la baja natalidad, las relaciones tensas entre Estados Unidos y China, opciones más regionales para las familias chinas y los altos costos de la educación en Estados Unidos.