QUITO (AP) — Ecuador informó de un incremento de los casos de dengue con más de 3.400 en dos semanas y que la cifra de fallecidos por la infección subió a 15.
Un reporte del Ministerio de Salud difundido el sábado a los periodistas indica que hasta el momento se registran 11.492 casos confirmados, 3.492 más que los 8.000 reportados a inicios de marzo. Asimismo, la cifra de víctimas mortales ascendió de siete en esa fecha a 15 en la actualidad.
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Entre los fallecidos se encuentran seis adultos y nueve niños, detalló el informe.
Según el reporte, el registro “supera ampliamente las cifras de años anteriores”.
En marzo de 2022, Ecuador registró 3.097 casos de dengue.
Las provincias más afectadas son las costeras como Santo Domingo de los Tsáchilas, Manabí, Los Ríos, El Oro y Guayas, según el reporte.
En Ecuador circulan tres de los cuatro serotipos del virus que se transmite por el vector mosquito Aedes Aegypti, según el Instituto Nacional de Investigación en Salud.
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Mientras las autoridades de salud afirman que se han emprendido campañas de capacitación y control para eliminar los criaderos de mosquitos, expertos epidemiólogos han demandado una declaratoria de emergencia para afrontar el incremento de la enfermedad como han hecho otros países.
En el vecino Perú, 20 de 24 regiones han sido declaradas en emergencia luego de reportarse más de 34.000 casos desde inicios de 2024.
¿Qué es el dengue?
El dengue es una enfermedad viral transmitida principalmente por mosquitos del género Aedes, especialmente Aedes aegypti. Es común en áreas tropicales y subtropicales del mundo, donde el clima es cálido y húmedo. La enfermedad puede presentarse en cuatro formas diferentes: dengue sin signos de alarma, dengue con signos de alarma, dengue grave y dengue hemorrágico.
Los síntomas del dengue suelen incluir fiebre alta, dolor de cabeza intenso, dolor en los músculos y las articulaciones, y erupción cutánea. En los casos más graves, puede provocar sangrado grave, problemas respiratorios, daño orgánico y, en casos extremos, la muerte.
No existe un tratamiento específico para el dengue, por lo que el manejo de la enfermedad se centra en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. Las medidas preventivas incluyen el control de mosquitos, utilizando repelentes, ropa protectora y mosquiteros, así como la eliminación de recipientes que puedan acumular agua donde los mosquitos depositan sus huevos.
