CIUDAD DE MÉXICO (AP) — México arrancó el viernes oficialmente las campañas para las elecciones con más cargos en juego en la historia del país que podrían, por primera vez, llevar a una mujer a la presidencia.
A la candidata oficialista Claudia Sheinbaum, que representa la promesa de continuidad del proyecto político del presidente Andrés Manuel López Obrador, la esperaban decenas de miles de personas en una abarrotada plaza del Zócalo, en la Ciudad de México. Por su parte, la opositora Xóchitl Gálvez, que defiende un “México sin miedo”, llevó su inicio de campaña a los estados de Guanajuato y Zacatecas, azotados por la violencia.
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Dentro de tres meses, los mexicanos acudirán a las urnas para elegir a quien gobernará el país por los siguientes seis años, pero los comicios del 2 de junio también definirán los liderazgos en ocho gobernaciones, en la alcaldía de la capital, en 20,000 cargos federales y locales, y también serán elegidos 500 diputados y 128 senadores.
Las dos favoritas para llegar a la presidencia son Sheinbaum y Gálvez, según las encuestas. El tercer aspirante es el también opositor Jorge Álvarez Máynez, del partido opositor minoritario Movimiento Ciudadano.
Recibida con aplausos y gritos, Sheinbaum se presentó ante sus seguidores y arrancó su discurso diciendo que el día de las elecciones el país estará en una disyuntiva: “uno, que siga la corrup… que siga la transformación; el otro, que regrese la corrupción”. Se refería a la llamada Cuarta Transformación del país, encabezada por López Obrador.
Su breve lapsus fue aprovechado por sus adversarios para criticarla.
"O la traicionó el subconsciente o ya por fin habla con la verdad", escribió Gálvez en su cuenta de X.
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La candidata oficialista —que fue alcalde de la Ciudad de México durante 5 años— hizo una enumeración de los 100 puntos que incluye su compromiso de gobierno, entre los que mencionó la reforma electoral promovida por López Obrador, y adelantó que ella promoverá una reforma constitucional para que a partir del 2030 no haya reelección en ningún cargo de elección popular.
Sheinbaum reiteró que mantendrá la llamada “austeridad republicana”, y que luchará contra la evasión fiscal y no permitirá que vuelvan a México los privilegios.
Dejó para el final de su discurso las propuestas en materia de seguridad e indicó que, al igual que López Obrador, atenderá las causas sociales que generan la delincuencia y promoverá un plan para sacar a los jóvenes de ella, similar al plan que aplicó durante su paso por la alcaldía capitalina.
Anunció que fortalecerá a la Guardia Nacional y ampliará sus capacidades para la vigilancia de carreteras y para operar como primera respuesta cuando ocurra un hecho delictivo. Defendió la gestión de López Obrador en materia de seguridad: “ha avanzado mucho, pero vamos a tomar de ahí y vamos avanzar todavía más en la seguridad del país”, manifestó.
Por su parte, la candidata opositora ofreció acabar con las políticas simbólicas del gobierno saliente.
“Se acabaron los abrazos a los delincuentes”, proclamó ante miles de seguidores en la ciudad guanajuatense de Irapuato, en alusión a la frase de “abrazos, no balazos” que usa el mandatario para explicar su política de seguridad, orientada a atender las causas de la violencia más que al ataque frontal a los agresores.
En su discurso, Gálvez prometió castigar “a quienes dañan a nuestros jóvenes”, redoblar los efectivos de la Guardia Nacional y devolver los pagos federales a las policías locales. “No podemos tener policías que nos cuidan, si no cuidamos a nuestros policías”, ofreció.
Además se mostró dispuesta a plantar cara a la delincuencia: “Tengo cabeza, tengo corazón, pero también tengo coraje para combatir a los delincuentes”, declaró.
Con un gesto simbólico, en el que selló un documento con una muestra de sangre, la exsenadora se comprometió a no eliminar los programas sociales.
México concluyó 2023 con unos 30.000 asesinatos, consolidando la tendencia de los últimos años con cifras similares, de acuerdo con los datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. El gobierno sostiene que el promedio diario de homicidios cayó a 81 el año pasado, por debajo de la media de 91 de 2022.
“El problema principal es la inseguridad, y el gobierno actual no ha hecho nada. Uno va ahora con la zozobra de que te van a robar o te va a tocar una bala perdida”, opinó María Elena Ruiz, una mujer que obtiene ingresos por rentas inmobiliarias y que iba vestida con una camiseta rosa a favor de Gálvez.
Se encontraba en el estadio en el que miles de personas aguardaban el viernes la llegada de la candidata opositora.
Malena Gómez, residente de Irapuato y activista del grupo cívico Haciendo Ciudadanía, coincidió en mencionar su preocupación por “la inseguridad, aquí en Guanajuato y en todo el país". Dijo que Gálvez tiene “mucho valor” y “corre riesgo, sobre todo del Palacio Nacional, por la filtración de datos”.
"Este gobierno de Morena permitió que el crimen organizado se metiera en todo, y creció como espuma”, criticó la mujer en referencia al partido de López Obrador, que lleva como candidata a Sheinbaum.
En la capital mexicana, Gabriel Ruiz aguardaba la llegada de su candidata de preferencia. Defendió la gestión del gobierno actual y apostó por la continuidad con Sheinbaum.
“Me ha gustado la forma de este gobierno y de lo que busca erradicar, la corrupción, y que está con el pueblo. Con el pueblo todo, sin el pueblo nada”, recalcó el hombre de 54 años, acompañado de su esposa e hijo adolescente, que llevaba un cartel con la silueta de la aspirante oficialista y la leyenda “contigo todo el camino”.
Al preguntársele acerca de los problemas de inseguridad, dijo tener sus esperanzas en la propuesta de Sheinbaum para que el combate a las organizaciones criminales recaiga en las fuerzas armadas.
“No hay un gobierno que sí lo haya erradicado o contenido, pero se tiene que trabajar; y esperemos que sí (continúe las políticas) por el bien del país”, apuntó.
Con dificultades para movilizase entre la multitud aglomerada en el Zócalo, la principal plaza capitalina, iba en su silla de ruedas Fernando García, un abogado de 45 años que viajó en avión desde el estado norteño de Durango con algunos miembros de su asociación civil pro oficialista “Voluntad Ciudadana” para participar en el acto de inauguración de la campaña de Sheinbaum.
Dijo estar muy emocionado con el evento de la oficialista porque representa “la continuación del proyecto de Andrés Manuel”, y aseguró que “ya no es una esperanza porque ya la esperanza ya se cristalizó”. García dijo creer que Sheinbaum va a recoger el legado de proyectos de López Obrador y "los va a mejorar todavía más, porque son nuevas ideas, porque es un nuevo liderazgo. Todos los cambios son buenos”.
Bajo la consigna “México sin miedo”, la exsenadora Gálvez inició su campaña el viernes en la madrugada en la ciudad central de Fresnillo, en el estado de Zacatecas, donde la cruenta lucha territorial entre los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación ha dejado decenas muertos y una estela de terror entre los residentes.
La opositora incluyó a Estados Unidos en sus propuestas de seguridad, y manifestó que estaba dispuesta a promover una agencia binacional de aduanas y a imponer mayores controles para frenar la importación de armas desde el país vecino.
Gálvez, candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México —formada por los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y Revolución Democrática (PRD)—, busca dejar claro que una de las banderas de su campaña será atacar la violencia, uno de los flancos más cuestionados del sexenio de López Obrador, afirmó Roy Campos, presidente de la empresa de sondeos Consulta-Mitofsky.
Al preguntarle The Associated Press acerca de los desafíos de la campaña, Gálvez admitió que el reto está en que “tengo a dos candidatos: el candidato presidente y la candidata oficial”.
La opositora suele acusar a López Obrador —cuya popularidad ronda el 60%,—de utilizar su posición y sus conferencias de prensa diarias para atacar a sus adversarios e impulsar a Sheinbaum, algo que el mandatario ha rechazado.
“Por respeto a su candidata, a la democracia y al pueblo, saque ya las manos de esta elección”, exigió Gálvez.
Sobre la posibilidad de que la próxima presidenta de México sea una mujer, algunos ciudadanos mostraron sus dudas en el primer día de campaña.
María Bermúdez, de 21 años, aguardaba en una plaza la apertura de una tienda de Irapuato y manifestó que no tiene claro que se puedan dar cambios en México con una mujer en la presidencia. Cree que alrededor del 30% de la población aún mantiene actitudes machistas. “Siempre va a ser así. Igual que el racismo, es algo muy difícil de cambiar”, agregó.
Una postura similar expresó Armando Fernández, un empleado gubernamental de 61 años: “Me parece que con la problemática de violencia que hay en Guanajuato, si ya con un hombre se salía de las manos, imagínese con una mujer”.
Pero Alejandro Zárate se mostró más optimista e indicó que México sí está preparado para ser gobernado por una mujer, y dijo que confiaba en que la ganadora sea Sheinbaum. “Hay un abismo de diferencia. Claudia está muy preparada. La otra, Gálvez, es un payaso, un circo”, opinó.
Por su parte, el candidato Álvarez Máynez, dirigente de Movimiento Ciudadano, eligió para el inicio de su campaña a Lagos de Moreno, uno de los 50 municipios con mayor incidencia delictiva del país y el más violento del estado noroccidental de Jalisco.
Frente a rivales que llevan meses en campaña, el político de 38 años entró a la carrera presidencial este año tras el abandono en diciembre de Samuel García, gobernador de Nuevo León y dirigente de la formación, por una pugna con adversarios locales.
Aunque algunos señalan su poca experiencia política y sus escasas posibilidades de ganar, Álvarez Máynez dijo a la AP que confía en que dará una sorpresa y logrará “darle la vuelta al marcador”.
“Yo no he hecho un solo día de campaña y esta contienda va a cambiar de guion a partir de que salgamos el primero de marzo”, afirmó el exdiputado, que apuntó que su objetivo es llegar a los votantes jóvenes. “Represento lo nuevo y tengo una trayectoria intachable y de honestidad, y ellas (Sheinbaum y Gálvez) representan el pasado”.
En su acto de arranque de campaña, Álvarez Máynez también abordó la problemática de la inseguridad, que consideró como una “tragedia”, y acusó al PAN y al PRI de haber iniciado durante sus gobiernos la “militarización” y el modelo que ha llevado a que “las calles están llenas de delincuentes y las cárceles están llenas de gente pobre y de inocentes”. Aseguró que el gobierno de López Obrador profundizó esas políticas.
“El problema de seguridad no se puede solucionar con promesas electoreras, con incongruencias”, dijo el joven político, al asumir el compromiso de que al llegar a la presidencia en seis años iniciaría la “pacificación de México” y terminará con la impunidad.
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El periodista de la AP Mark Stevenson reportó desde Irapuato, en el estado de Guanajuato.