La merma de servicios hospitalarios, impulsado por una reducción de casi 80,000 pacientes en seis años, empleados y camas, provocaría más consolidaciones de hospitales, reestructuración de quiebras y alianzas con otros sectores de la industria de la salud, de acuerdo con un análisis de las firmas Estudios Técnicos, Inc. (ETI) y Galíndez LLC.
El análisis es parte del informe “Industria hospitalaria: su mercado y situación financiera” que presenta datos de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid para comparar la industria en Puerto Rico y Estados Unidos. Luego de decidir realizar el estudio hace dos años, ETI desarrolló una herramienta de “big data” para procesar y analizar los datos de los estados financieros de todos los hospitales de Puerto Rico y Estados Unidos de los últimos 12 años, cuyos análisis fueron validados por Galíndez LLC.
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Se encontró que, entre 2016 y 2021, la cantidad de empleados en hospitales en Puerto Rico se redujo de 31,263 a 25,416, mientras que su salario anual promedio es de $34,199, comparado con $84,373, en Estados Unidos. En los pasados nueve años, en Estados Unidos, se aumentó el salario promedio en $20,354 y, en Puerto Rico, el aumento fue de $3,111.
Estas inequidades se reflejan en manifestaciones como la protesta de los empleados de la Administración de Servicios Médicos de Puerto Rico (ASEM) en Centro Médico, a mediados de enero, que reclamaba justicia salarial. La amenaza de paro se levantó tras acordar con ASEM un aumento salarial mensual de $800, sujeto a la aprobación de la Junta de Supervisión Fiscal, a empleados que recibieron ajustes del plan de retribución menores de $800.
El presidente de ETI, Graham Castillo Pagán, planteó que uno de los principales factores que incide en la salud financiera de los hospitales es la reducción y envejecimiento de la población en Puerto Rico. “El cambio en la estructura demográfica de la isla tiene dos impactos importantes: primero, reduce la cantidad de pacientes y, segundo, reduce la rentabilidad del hospital, porque es más costoso servir las necesidades de salud de los adultos mayores”, sostuvo el economista.
Por cada 100,000 habitantes, los pacientes hospitalizados en el archipiélago disminuyeron de 9,329 a 7,585, mientras que se atendieron casi 80,000 pacientes menos entre 2016 y 2021, halló el estudio. Asimismo, la tasa de ocupación de camas en Puerto Rico, entre el 2013 y el 2022, se redujo de 74.1 % a 62.3 %.
El análisis de datos de las firmas también mostró que los hospitales en Puerto Rico han perdido un promedio de 5.6 % de lo que ingresan de servicios a pacientes, mientras que en Estados Unidos solo redujo el 1 %.
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Julio Galíndez, socio de consultoría de Galíndez LLC, destacó que la protección financiera de la corte de quiebra a la que se han acogido hospitales como el Sistema Hospitalario HIMA San Pablo y el hospital San Jorge apuntan a que “no son eventos aislados”. “Entendemos que próximamente se estará dando un proceso de consolidación cuando sistemas de hospitales ya establecidos adquirirán o fusionarán otros hospitales a sus sistemas”, planteó el contable.
Según el informe, el sector de hospitales se enfrenta a múltiples factores externos que incentivan el cuidado primario o tratamientos ambulatorios, como modelos de prestación de servicios, avances tecnológicos de medicamentos que reemplazan servicios hospitalarios, una estructura de compensación económica que incentiva no referir pacientes al hospital y un sistema tarifario en el que el hospital no participa en el proceso de establecer tarifas de pago.
El estudio señala varias recomendaciones al sector hospitalario de Puerto Rico, entre ellas, buscar alternativas de métodos de pago de acuerdo con el perfil clínico del paciente y sus complejidades.
“Al presente, un método muy frecuente es que los planes médicos pagan por el día que el paciente está en el hospital (per diem), pero este tipo de pago no considera la complejidad clínica que ese paciente puede tener durante su estadía en el hospital. Los hospitales van a tener que moverse a otras metodologías de pago que atienda más la inversión en recursos que el hospital hace por la condición clínica que el paciente presenta”, estipuló Galíndez.
Otras recomendaciones incluyen analizar datos que apoyen a los hospitales en la generación de estrategias de negocios; alianza con patronos, médicos primarios, especialistas, subespecialistas y otros proveedores de servicios para desarrollarse y complementarse con más oportunidades de fortalecimiento económico”, concluyó Castillo Pagán.
Galíndez añadió que han identificado que “a medida en que el hospital se acerque más a un patrono, ese grupo de asegurados, que posiblemente los tiene cerca de la institución hospitalaria donde se pueda identificar los patrones epidemiológicos de ese grupo, pudiera ofrecerles una oferta de servicios médicos, haciendo que el hospital sea el protagonista de la prestación de servicios”.
Joaquín A. Rosado Lebrón cubre salud para Metro Puerto Rico a través del programa Report for America.