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Retenidos en cárceles de Ecuador se elevan a 178 en una nueva jornada en vilo por la violencia

Ecuador sigue en vilo en medio de la emergencia

Un militar revisa la espalda de un hombre, comprobando sus tatuajes, en un control en Portoviejo, Ecuador, el jueves 11 de enero de 2024. El presidente Daniel Noboa decretó el lunes un estado de excepción tras un repunte de la violencia, una decisión q AP (Ariel Ochoa/AP)

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QUITO (AP) — Ecuador sigue en vilo en medio de la emergencia y las medidas decretadas en un intento de frenar la violencia desatada por el crimen organizado, que mantiene el pulso a las autoridades con más ataques y con la retención de 178 funcionarios en las cárceles.

A una alerta de bomba por la mañana, que resultó ser falsa, se sumó la explosión controlada de un artefacto explosivo por parte de agentes policiales en la capital del país el jueves, mientras continuaba el descontrol y motines en varias prisiones.

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Según el último reporte difundido por el ente responsable del sistema penitenciario, hay ahora 178 funcionarios carcelarios —158 guardias y 20 administrativos— retenidos en siete prisiones —dos más que el día anterior— sin que se haya precisado la condición de salud de los rehenes. El día anterior el reporte de retenidos desde el inicio de semana era de 139.

Por la tarde y en medio de un clima nacional marcado por el patrullaje militar y policial en puntos calientes, que buscan armas y revisan hasta los tatuajes de quienes consideran sospechosos, sorprendió un vídeo de uno de los líderes criminales que se fugó a inicios de semana.

Fabricio Colón Pico, cabecilla de una pandilla regional que se fugó el lunes de una cárcel ecuatoriana días después de ser capturado por presuntas amenazas a la fiscal general, Diana Salazar, salió a decir que querría entregarse a las autoridades si le dan garantías para su vida. Afirmó que se escapó porque lo iban a matar.

La veracidad del video no fue confirmada de inmediato por las autoridades, pero el presidente Daniel Noboa, en declaraciones a una radio local, respondió tajante: “A los terroristas hay que tratarlos como terroristas. Este país ya está harto de que las condiciones la pongan los criminales, las condiciones las pone la gente de bien, la pone la familia ecuatoriana, las pone el gobierno, el Estado, no las ponen los criminales”. Agregó que nadie le impide entregarse.

Salazar asoció a Colón Pico con la banda “Los Lobos”, uno de los grupos del crimen organizado que el gobierno ha tachado de terroristas y que juró combatir en medio de la emergencia de seguridad en el país.

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En tanto, un sector de los quiteños amaneció el jueves con la alerta de que una mochila con un supuesto artefacto explosivo había sido colocada en un basurero en la zona del Playón de la Marín, cercana a una estación de transporte público, aunque tras la inspección de unidades antiexplosivos se descartó que fuese una bomba.

La zona, repleta de locales comerciales, fue acordonada mientras equipos especializados de la policía con trajes de protección se movilizaron para confirmar o descartar la amenaza, en tanto que la gente fue evacuada al menos a una distancia de 50 metros. El transporte de pasajeros y el paso peatonal fue restringido momentáneamente en el área.

El sistema de video vigilancia del ECU911 alertó que un hombre había dejado la maleta en la parada más importante de la zona, donde circulan a diario miles de personas, dijo el coronel Germán León, jefe del distrito centro de Quito en declaraciones a The Associated Press.

Según el comandante, luego de que las unidades especializadas determinaron que la maleta “no contenía nada”, la dinámica del centro —donde existe un alto flujo comercial— retornó a la “normalidad”.

En medio del ambiente de temor que vive el país y la ciudad, el jefe policial precisó que “nos hemos replanteado estrategias” como trabajar en grupos de entre 10 a 12 agentes técnicos y operativos en un esfuerzo por garantizar el orden y la seguridad ciudadana.

Horas más tarde, efectivos del equipo antibombas de la policías extrajeron y realizaron una detonación controlada de un explosivo dejado en el denominado Puente de Guajaló, al sur de la capital. En un vídeo publicado en la cuenta de esa institución se mostró a los agentes con trajes especiales alejándose del sitio y enseguida un potente estallido que lanzó muy alto los neumáticos utilizados para minimizar la onda expansiva.

No hubo daños ni víctimas en la zona, de alta carga vehicular, y muy utilizada por el transporte pesado, según las autoridades.

La víspera al menos cinco hechos similares ocurrieron en diversos sectores de la capital con la colocación de explosivos en al menos dos vehículos, un puente peatonal y cerca de una cárcel, los cuales no dejaron víctimas o heridos pero sí daños materiales, según confirmó la policía.

En la ciudad amazónica del Coca, un incendio “provocado” en una discoteca por sujetos que no han sido identificados y que se extendió en 11 locales dejó al menos dos personas fallecidas y nueve heridas, confirmó la policía en un chat de periodistas. El flagelo afectó 11 locales, agregó el reporte, y señaló que se activó un protocolo de seguridad en la casa de salud a la que fueron trasladados los heridos. El hecho es investigado y se busca a los responsables, se indicó.

El jueves también se produjeron nuevos incidentes en los centros carcelarios.

En un comunicado, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad (SNAI) precisó que en la madrugada internos de la cárcel de Esmeraldas dispararon desde el interior en contra de militares custodiaban el perímetro externo. Agregó que la fuerza pública reaccionó “para controlar la situación”, pero no informó sobre víctimas o heridos.

En la cárcel de Santo Domingo, al noroeste de Quito, tres reclusos se fugaron la noche del miércoles y se realizan las tareas de búsqueda, añadió el SNAI.

“No vamos a dejar que un grupo de terroristas detenga el país”, dijo el presidente Daniel Noboa en un mensaje grabado enviado a los medios, al presentar el diseño de dos nuevas cárceles que planea construir y que cree necesarias para un “urgente saneamiento” del sistema penitenciario, que durante décadas ha estado “controlado por las mafias”, reconoció.

Para luchar contra el terrorismo y el crimen organizado se necesitan “leyes más duras, jueces honestos” y la posibilidad de extraditar a delincuentes peligrosos, dijo.

Las cárceles que se construirán en las provincias de Santa Elena y Pastaza, contarán con tres módulos de super, máxima y alta seguridad y estarán dotadas de alta tecnología, sistemas electrónicos y guardias sin rostro.

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