Si viviste la época musical de Michael Jackson, de seguro en algún momento de tu vida intentaste bailar como intentando caminar hacia atrás, modalidad que se le llamó en su momento “moonwalk”. Años después, ese fenómeno mundial fue investigado a fondo por la ciencia y medicina y se determinaron que ese tipo de caminar puede generar diversos beneficios para la salud del ejercicio físico.
Esta fue denominada “retrowalking”, y como te contamos trata simplemente de caminar hacia atrás requiriendo cierta concentración para realizarlo dentro del hogar y cuando se decide hacerlo en el exterior, que sea en un espacio seguro para evitar caídas o lesiones. En un gimnasio es más fácil y recomendado gracias a las máquinas caminadoras.
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Características del retrowalking
Este ejercicio de entrenamiento es especialmente ventajoso para las personas que sufren dolores de espalda porque el esfuerzo menor de la pisada incide también en aliviar la presión lumbar de la caminata convencional.
El retrowalking requiere movimientos menos tensos que caminar hacia adelante, además, esta práctica tonifican los cuádriceps, se estimula la actividad cognitiva (mayor concentración para conseguir el equilibrio) y también la frecuencia cardíaca.
El retrowalking forma parte del entrenamiento deportivo y también del protocolo de rehabilitación de diversas lesiones y enfermedades crónicas. En este sentido, destacan las investigaciones centradas en el tratamiento de afecciones de rodilla como la artrosis, patología de carácter degenerativo y común entre la población de edad avanzada.
Además de prevenir y aliviar lesiones, el retrowalking esconde otra ventaja que a priori es difícil de imaginar: adelgaza. Es la conclusión de un estudio que evaluó la reducción de grasa corporal de un grupo de mujeres que lo practicó como entrenamiento durante seis semanas. Dicha investigación confirmó que el gasto de energía para estas participantes fue un 40 por ciento mayor que cuando caminaban hacia adelante a la misma velocidad.