Las autoridades de Bolonia cerraron el acceso a una zona en torno de dos torres del siglo XII que son simbólicas de esta ciudad del norte de Italia, por temor a que se derrumben debido a su inclinación.
La ciudad anunció el viernes que invertirá 4,3 millones de euros (4,7 millones de dólares) para apuntalar la torre Garisenda, una de las llamadas Dos Torres que se alzan sobre el centro de Bolonia. A lo largo de los siglos estas construcciones han inspirado a pintores y poetas y han servido de atalayas durante los conflictos. El trabajo se realizará en enero y febrero.
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La agencia de construcciones civiles de Italia mantiene una alerta amarilla en el lugar, lo que indica precaución, pero no peligro inminente.
La Garisenda, la menor de las dos torres construidas entre 1109 y 1119, tiene actualmente 48 metros (157 pies) de altura, mientras que la Asinelli tiene 97 metros (320 pies). El alcalde Matteo Lepore dijo en un debate semanas atrás que la Garisenda se ha inclinado desde su construcción “y ha sido motivo de preocupación desde entonces”. Sufrió daños durante la Edad Media cuando instalaron una herrería y hornos de panadería en su interior.
“Heredamos una situación que a lo largo de los siglos ha causado esta enfermedad”, dijo. El alcalde ha pedido al gobierno que solicite a la UNESCO la designación de sitios de patrimonio de la humanidad.
Los trabajos preliminares en la Garisenda incluirán un área de contención para evitar daños a inmuebles vecinos o transeúntes por un “posible derrumbe”, dijo la alcaldía en un comunicado. El sitio será vigilado mediante cámaras de video.