La robótica avanza a pasos agigantados. Los últimos esfuerzos se centran en emular los sentidos humanos para mejorar las capacidades de los robots. Metro destaca algunos proyectos pioneros en este campo.
Lengua robótica
PUBLICIDAD
Investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania (EE.UU.) están desarrollando una lengua electrónica. Este innovador dispositivo imita el gusto humano, influyendo en las elecciones alimentarias en función de las necesidades y los deseos. Podría servir de modelo para una Inteligencia Artificial que procese la información de forma similar a los métodos humanos.
Oído robótico
La oreja robótica de Bluecoin, una plataforma integrada para la detección acústica y de movimiento aumentada en aplicaciones IoT, se inspira en las capacidades de escucha y equilibrio del oído humano. Su kit de inicio facilita la exploración de la fusión de sensores avanzados y el procesamiento de señales en robótica y automatización. El kit incluye cuatro micrófonos MEMS digitales, una unidad de sensor inercial y ambiental de 9 ejes de alto rendimiento y sensores de rango de tiempo de vuelo.
Ojo robótico
Science Eye, de Science Corp, es una prótesis visual destinada a combatir la ceguera grave causada por la retinosis pigmentaria y la degeneración macular asociada a la edad. Combina la terapia génica optogenética dirigida a las células del nervio óptico con una pantalla microLED ultradensa y flexible implantada directamente en la retina.
PUBLICIDAD
Mano robótica
La Universidad de Cambridge (Reino Unido) desarrolló una mano robótica de bajo coste y bajo consumo capaz de agarrar diversos objetos sin dejarlos caer. Esto se consigue mediante el movimiento de la muñeca y la sensibilidad de su “piel”. Equipada con sensores, la mano puede predecir la probabilidad de que se le caigan los objetos.
Nariz robótica
Investigadores de la Universidad de Tel Aviv (Israel) crearon un robot con sentido del olfato utilizando un sensor biológico de un insecto. El sensor, que reacciona a los olores con señales eléctricas, permite al robot detectar e interpretar los olores. Esta tecnología tiene una sensibilidad 10.000 veces superior a la de los dispositivos electrónicos convencionales.