KIEV (AP) — Los bombardeos rusos mataron el jueves a una mujer de 81 años en el patio de su casa y a un hombre de 60 años en la región de Jersón, en el sur de Ucrania, dijeron las autoridades locales. Fueron las más recientes víctimas civiles ahora que Rusia intensificó los ataques en el frente.
Jersón es una región militar estratégica ubicada en el río Dniéper, cerca de la desembocadura del mar Negro. Informes no confirmados dicen que las tropas ucranianas se han afianzado en el lado del río controlado por Rusia durante la contraofensiva de Kiev que lleva meses.
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Los dos civiles murieron cuando la artillería rusa atacó aldeas de la región de Jersón, según el gobernador Oleksandr Prokudin. Otras cuatro personas resultaron heridas en los ataques, que también dañaron edificios residenciales y públicos, dijeron las autoridades.
El miércoles, una persona murió en los bombardeos rusos que causaron grandes daños en la capital del mismo nombre de la región de Jersón. Prokudin lo llamó “una escena apocalíptica”.
Una mujer de 91 años murió en su apartamento el fin de semana pasado en lo que Prokudin describió como un bombardeo nocturno “aterrador”.
La región de Jersón es una puerta de entrada clave a la península de Crimea, que Rusia se anexó de Ucrania en 2014 y ahora alberga muchas de las operaciones logísticas de guerra y depósitos de suministros de retaguardia de Moscú.
Las fuerzas ucranianas recuperaron la ciudad de Jersón en noviembre de 2022 después de casi nueve meses de ocupación rusa tras el inicio de la guerra el 24 de febrero de ese año. Las fuerzas del Kremlin se retiraron cruzando el río hacia el lado oriental del Dniéper.
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Los acontecimientos colocaron a la ciudad en la línea del frente sur y a merced de los ataques de artillería y drones rusos desde el otro lado del río, que con frecuencia tienen como objetivo zonas civiles.
La actual contraofensiva, que comenzó hace cuatro meses, hasta ahora no ha logrado el objetivo del ejército ucraniano de desalojar a las fuerzas rusas de grandes áreas. La guerra ahora parece encaminada a otro invierno de desgaste devastador.
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Yuras Karmanau en Tallin, Estonia, y Geir Moulson en Berlín contribuyeron a este informe.
