WASHINGTON (AP) — El número confirmado de ciudadanos estadounidenses muertos en la guerra entre Israel y Hamás ascendió a 22, informó hoy, miércoles, el Departamento de Estado. En el día de ayer, la cifra llegaba a 14.
También, hay ciudadanos estadounidenses entre los aproximadamente 150 rehenes capturados por los milicianos de Hamás durante su ataque del fin de semana a Israel, confirmó el presidente, Joe Biden el martes. La guerra ha provocado 2,200 muertes en ambos bandos.
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El ataque puso en bandeja la posible influencia de Irán, el principal patrocinador de Hamás, y si Teherán tuvo algo que ver. Pero Estados Unidos obtuvo información que sugiere que el ataque tomó desprevenidos a altos cargos del gobierno iraní, según un funcionario estadounidense que habló bajo la condición de anonimato por no estar autorizado a hacerlo públicamente. Sobre esa base, funcionarios de la Casa Blanca dijo públicamente que no han visto pruebas de participación directa de Irán en la planificación o ejecución del ataque de Hamás.
Biden, que se reunirá con dirigentes judíos en las próximas horas, trató de conectar los ataques de Hamás con el antisemitismo y la violencia que sufren los judíos en el mundo desde hace décadas.
“Este ataque trajo a la superficie recuerdos dolorosos y las cicatrices que han dejado un milenio de antisemitismo y genocidio contra el pueblo judío”, dijo Biden a la prensa.
“Debemos hablar con claridad cristalina”. El terrorismo no tiene justificación. La clase de terrorismo exhibido aquí cruza todos los límites”, añadió.
Biden aseveró que él y la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, hablaron por teléfono con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Fue al menos la cuarta conversación que sostuvieron los mandatarios desde el ataque del sábado.
“Estados Unidos respalda a Israel y trabajaremos en esto durante el día y más allá”, puntualizó Biden.