La Tierra ha atravesado el verano más caluroso registrado nunca en el hemisferio norte, con agosto de récord que coronó una temporada de temperaturas brutales y letales, según la Organización Meteorológica Mundial.
El mes pasado no fue solo el agosto más cálido jamás registrado por los científicos con equipos modernos, sino que fue también el segundo mes más caluroso de la historia, solo por detrás de julio de 2023, anunciaron el miércoles la OMM y el servicio climático europeo Copernicus.
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Agosto fue casi 1.5 grados Celsius (2.7 grados Fahrenheit) más cálido que el promedio preindustrial, que es el umbral de calentamiento que el mundo está tratando de no superar. Pero esos 1.5º C son a lo largo de las décadas, no de un mes, por lo que los científicos no consideran que haberlos superado brevemente sea significativo.
La temperatura de los océanos, que ocupan más del 70% de la superficie terrestre, fue la más elevada registrada nunca, con casi 21º C (69,8º F) y se han batido marcas de temperaturas elevadas durante tres meses consecutivos, apuntaron la OMM y Copernicus.
“La canícula del verano no solo ladra, sino que muerde”, dijo el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, en un comunicado. “El colapso climático ha comenzado”.
Hasta ahora, 2023 es el segundo año más caluroso desde que se tienen registros, por detrás de 2016, según Copernicus.