La Agente Especial a Cargo para Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) en San Juan, Puerto Rico, Rebecca González Ramos, aclaró que, aunque la agencia federal tiene la responsabilidad de investigar casos de trata humana, no han identificado un alto número de casos en Puerto Rico, en comparación con otras regiones.
“Aquí en Puerto Rico no hemos visto esos casos específicos que trabajamos a nivel nacional porque a nivel nacional nuestra agencia tiene un número muy alto de casos de trata humana que se investiga”, dijo la agente federal.
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La agente explicó que las discrepancias sobre la cantidad de casos de trata humana en Puerto Rico pueden deberse a que no todas las agencias definen trata humana de la misma manera.
“Los elementos de trata humana tienen que ser que una persona esté bajo amenaza, que no tenga la capacidad de salir de la situación de la que se encuentra y que los estén utilizando para algún tipo de comercialización o beneficio para la persona que está a cargo de él o ella”, aclaró.
La agente aseguró que, en muchas ocasiones, el trasiego de personas suele confundirse con trata humana. De igual forma, dijo que los menores que distribuyen drogas en los puntos no pueden ser considerados como víctimas de trata humana debido a que, en la mayoría de los casos, el menor recibe una compensación.
Además, González explicó que han mantenido una comunicación abierta con comunidades especiales, como la comunidad dominicana, que ha expresado preocupaciones sobre el uso de sus ciudadanos en delitos de trata.
González Ramos reconoció que, si bien siempre han lidiado con un alto número de casos de delitos contra menores, la pandemia creó un ambiente más expuesto para los menores, ya que pasaron más tiempo en dispositivos digitales, lo que atrajo a depredadores. Aseguró que el HSI se ha centrado en investigar a quienes utilizan a menores para actos sexuales y obtienen beneficios económicos, lo que se conoce como un estilo de trata humana.
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González Ramos subrayó la importancia de proporcionar capacitación a oficiales, fiscales y jueces para abordar la trata humana, un delito complicado que a menudo depende del testimonio de la víctima. Su objetivo es acusar a los individuos con base en evidencia sólida para asegurar que los casos prevalezcan.
“El delito de trata humana en un delito difícil de procesar, porque en el delito de trata humana, en muchas ocasiones, es el testimonio de la víctima y no siempre la víctima está lista para proveer un testimonio al momento. Y es difícil de decidir qué delito se va a acusar a los individuos, que es una decisión de la Fiscalía federal o de Fiscalía estatal”, explicó González Ramos.
Por otro lado, La agente González Ramos destacó la importancia de trabajar en conjunto con las autoridades estatales para abordar los crímenes contra menores, ya que la jurisprudencia y la fricción varían. El enfoque del grupo de trabajo de crímenes contra menores es determinar los delitos violados y canalizar los casos de manera adecuada, enfocándose en la justicia y las sentencias apropiadas.
Cuando se le preguntó sobre la jurisdicción, González Ramos explicó que su equipo apoya las investigaciones y, si se encuentra evidencia de un delito federal, como la transmisión de imágenes o el transporte de menores con fines sexuales, se procede a nivel federal debido a las severas penas asociadas.