A pesar de que en la escuela Superior Ramón Power y Giralt en San juan, no se ofrecieron clases en el verano, el plantel no tuvo el mantenimiento necesario para recibir a los estudiantes. Sin embargo, a pesar del poco mantenimiento de la infraestructura las clases corrieron su curso normal el primer día de clases.
El maestro de educación especial Pablo Gómez Méndez explicó a Metro Puerto Rico que en la escuela llevan más de tres años pidiendo que arreglen la planta física. Según explicó muchos de los problemas estructurales persisten desde el huracán María.
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La escuela cuenta con 105 estudiantes de los cuales cerca de 52 son de educación especial de 14 a 19 años.
Gómez Méndez quien enseña vida independiente a los estudiantes dijo que muchos de los materiales necesarios para impartir su clase no estaban en buenas condiciones y muchos otros no sirven.
“Yo tengo baños sin agarraderas para estudiantes de educación especial. Muchos tienen problemas de movilidad y no pueden usar el baño porque no tienen agarraderas”, dijo.
El área de la cocina del salón de vida independiente tenía polilla y comején y la estufa se encontraba fuera de servicio. El maestro dijo que muchos de los equipos electrónicos dejaron de funcionar debido a que la electricidad se iba constantemente.
El baño del salón emanaba un mal olor parecido al de aguas usadas. Además, mientras este medio se encontraba en la escuela, hubo problemas con el servicio de agua por lo que no era posible utilizar los baños.
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Por otro lado, varios salones no cuentan con aires acondicionados funcionales, aunque los salones que sí contaban con aire acondicionado los tenían limpios. De igual forma, algunos estudiantes comentaron que lo más que les incomodaba de este regreso a clases era la falta de aire acondicionado en algunos salones.
La escuela también se vio afectada con los terremotos ocurridos en el 2020. Ante ello, algunas paredes presentan grietas y las escaleras que dan al segundo piso se habían desprendido de la pared. De igual forma, el segundo piso de uno de los edificios no puede ser utilizado debido a que tiene grietas en sus paredes, techos y pisos.
En la escuela ya fueron reparadas las columnas cortas, aunque personal de la comunidad escolar asegura que las misma no fueron arregladas de manera correcta debido a que algunas estaban dobladas.
Por otro lado, Gómez explicó que en dos de los salones que fungen como talleres, algunos equipos no funcionan. La maestra del taller de barbería dijo que le preocupaba que uno de los receptáculos estuviera muy cerca de la tubería de agua. “A mí me preocupa muchísimo que mientras uno de mis estudiantes trabaja lavando pelo, le caiga agua a ese receptáculo eso puede provocar un accidente”, explicó la docente.
De igual forma, la biblioteca no cuenta con computadoras para el uso de los estudiantes. Además, personal de la escuela explicó a este medio que la escuela no había sido pintada en años y ante ello la misma se veía deteriorada.
Durante la visita había personal arreglando las manivelas de las ventanas, las cuales también estaban en unas pobres condiciones.
“Muchas ventanas no abren, ni cierran. Muchas ventanas están rotas, aquí hace poco rompieron unas ventanas y entraron a robar”, comentó Gómez Méndez.
La ausencia de un director en propiedad no ha impedido que la escuela busque soluciones. Una Facilitadora Docente de Estudios Sociales ha estado supervisando la gestión académica y ha liderado esfuerzos para abordar los problemas más apremiantes.
La Dra. Elsa Castro, facilitadora docente, aseguró que todos los maestros están nombrados y que están trabajando para asegurar la designación de un director permanente para antes de septiembre.
“A nosotros [los facilitadores] nos enviaron con el fin de que las cosas en las escuelas corrieran y recibir a los maestros y a los estudiantes como se merecen”, aseguró la doctora Castro.
Castro explicó que entre los arreglos que se hicieron durante las últimas semanas está la limpieza de áreas verdes, la poda de árboles, el recogido de escombros, la limpieza de los aires acondicionados, el arreglo de ventanas y el cambio de bombillas.
Asimismo, el presidente de la Asociación de Maestros de Puerto Rico (AMPR), Víctor Bonilla, destacó en entrevista con Metro al Mediodía que la escuela intermedia Sotero Figueroa, también ubicada en San Juan, continuaba con unas carencias enormes.
Una de las cuestiones más apremiantes en la escuela es el funcionamiento inadecuado de su subestación eléctrica. Esto ha generado dificultades para mantener los abanicos en funcionamiento constante, a pesar del calor abrasador que caracteriza la isla.
Sin embargo, uno de los problemas más alarmantes que enfrenta la Escuela Sotero Figueroa está relacionado con un anexo que colinda con una escuela abandonada. En este anexo, se ha establecido un establo de caballos, lo que ha generado problemas de olores y presencia de moscas. El personal indicó que el fuerte olor y la plaga de moscas han creado un ambiente insalubre que dificulta el proceso de enseñanza y aprendizaje.
El presidente de la AMPR expresó su preocupación por estas condiciones y enfatizó la necesidad de abordar de manera urgente estas carencias estructurales y sanitarias.
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