Un mercado dominado por pocas empresas en el sector de los seguros de salud pone en aprietos económicos a proveedores grandes y pequeños, lo que culmina en cesantías como las anunciadas esta semana por el Grupo HIMA San Pablo.
Así lo explicaron a Metro Puerto Rico dos fuentes consultadas en el área del manejo económico de los sistemas de salud.
PUBLICIDAD
El presidente del Colegio de Administradores de Servicios de Salud (CASS), el licenciado Jorge Pesquera Sevillano, destacó que HIMA San Pablo “no es el primer hospital ni será el último” en tomar acciones correctivas para contrarrestar los aprietos económicos.
Algunas de las razones que proveyó el licenciado por las que un centro hospitalario toma decisiones de cesantías incluyen aumentos a los médicos, altos costos en servicios de utilidades, como alimento, electricidad y agua, y mayor abastecimiento de medicamentos. Esta última causa se les ofreció a los empleados en el hospital HIMA San Pablo, en Caguas, como justificación de sus despidos, confirmó a Metro Puerto Rico una enfermera del Centro de Stroke, de manera anónima.
“Estas medidas correctivas son importantes. Dolorosas, pero importantes para mantener el hospital funcionando a largo plazo”, sostuvo Pesquera Sevillano.
El economista Heriberto Marín Centeno, catedrático de la Escuela Graduada de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico, amplió que estos recortes constituyen un “problema de fondo estructural” causado por el oligopolio — mercado dominado por pocas empresas — que compone al sector de salud.
En este tipo de mercado, explicó el profesor, se les facilita a las aseguradoras pagar tarifas a los proveedores de salud, como hospitales, laboratorios o profesionales de la salud, que están “por debajo de lo que serían si fuese un mercado competitivo”. También dilatan el proceso de pago a los proveedores y pagan menos de lo que se facturó, por “políticas internas” que tienen las aseguradoras en las que cuestionan las facturas de los proveedores, abundó Marín Centeno.
PUBLICIDAD
A los asegurados, incluso, pueden cobrarles primas más altas o negarles servicios, a pesar de estar cubiertos por su plan médico.
Por otro lado, el economista expuso que los hospitales pasan por una “transformación de servicios” para adaptarse a los cambios del sistema de salud, impulsados por el avance de la tecnología y de la ciencia médica.
“Muchos servicios que antes se daban a nivel hospitalario, o que requerían servicios donde pacientes se tenían que hospitalizar, ahora se están dando de manera ambulatoria. El hospital ya no es el centro donde la gente va a recibir servicios, sino que van a oficinas ambulatorias, que pueden ser los mismos médicos u otras facilidades, a recibir esos servicios. Muchos hospitales se están transformando, cerrando pisos para hacer otros tipos de servicios, cerrando cuartos o, en casos extremos, despedir empleados o hasta cerrar”, manifestó.
Marín Centeno también amplió que la mayoría de los fondos que reciben los hospitales provienen de las facturas a las aseguradoras.
“En ese sentido, están bien vulnerables a las decisiones que toman las aseguradoras para pagarles por los servicios que ofrecen y facturan. Hay una parte que aporta el paciente, como el copago o el deducible, y hay servicios que quizás no lo cubren los planes médicos que lo paga el paciente”, planteó.
Además, mencionó que el hospital no puede recobrar el porcentaje de pacientes atendidos bajo la ley federal EMTALA, que obliga a los hospitales a brindar atención de emergencia a cualquier persona, independientemente de su capacidad económica.
Pesquera Sevillano, por otro lado, declaró que el sistema de salud es un ecosistema y que no se debe señalar un solo culpable. “Cada dólar que tiene el plan médico disponible para servir a su población, 85 % se va en costo médico. Prácticamente, al plan médico le queda un 10 % para toda la parte administrativa, así que, no es una plusvalía tampoco”.