Una persona murió cuando su casa rodante fue aplastada durante un poderoso tornado que azotó el sábado antes del amanecer una comunidad próxima al extremo sur de Texas, donde causó daños a docenas de viviendas y derribó líneas eléctricas, informaron las autoridades.
Al menos otras 10 personas fueron hospitalizadas, incluidas dos en condiciones graves, dijo Tom Hushen, coordinador de gestión de emergencias del condado Cameron. Varios residentes sufrieron cortaduras y contusiones.
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El tornado azotó alrededor de las 4:00 de la mañana cuando la mayoría de las personas dormían en sus casas en la comunidad no incorporada de Laguna Heights, ubicada en territorio continental frente a la isla South Padre, en aguas del Golfo de México.
El condado registra una de las tasas más altas de pobreza en Texas y numerosas viviendas precarias.
Las autoridades no emitieron avisos de advertencia. Sin embargo, el primer alerta de tornado “fue emitida cuando ya estaba tocando tierra”, indicó Barry Goldsmith, meteorólogo coordinador de avisos para el Servicio Meteorológico Nacional en Brownsville.
“Con los huracanes tenemos la ventaja de recibir algún aviso de advertencia: Sabemos que probablemente está en camino”, dijo el sábado en conferencia de prensa Eddie Treviño Jr., juez del condado Cameron. “Con un tornado, como mencionó Barry, no es un escenario común a menos que tengamos un huracán o un ciclón tropical en la zona. Así que no tuvimos la ventaja de una advertencia”.
“La hora no sirvió para nada”, sostuvo Treviño.
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Roberto Flores, de 42 años, murió después de ser “prácticamente aplastado como resultado de los daños a su casa móvil”, de acuerdo con Treviño.
La tormenta causó vientos de 138 a 177 kilómetros por hora (86 a 110 millas por hora) y fue catalogada como un tornado de categoría EF1, según el servicio meteorológico. Sólo duró entre dos y cuatro minutos, pero devastó la zona.
Unas 60 casas resultaron dañadas. El juez del condado firmó una declaración de desastre y un albergue temporal en la ciudad cercana de Port Isabel brindaba asistencia a 38 personas.
“Aparentemente, atravesó esa comunidad”, dijo el jefe policial del condado, Eric Garza. “La gente no quiere salir de sus casas porque teme que alguien entre y comience a robar sus pertenencias”.
Garza agregó que su departamento está ayudando para que la zona esté protegida y Treviño señaló que las autoridades consideran imponer un toque de queda durante la noche para asistir a las víctimas de la tormenta que temen que sus pertenencias sean saqueadas si abandonan sus propiedades.
Laguna Heights se ubica a unos 32 kilómetros (20 millas) al noreste de la frontera entre Estados Unidos y México en Brownsville y no suele verse azotada por tornados, aunque esta época ha sido activa, informó la meteoróloga del servicio Angelica Soria.
La zona también se está preparando para el inicio de la temporada de huracanes.
El tornado en Texas ocurrió después que una tanda de docenas de ellos azotaron Oklahoma, Kansas, Nebraska y Colorado, causando daños pero sin reportes de muertes.