Ocho personas estaban desaparecidas después de que un edificio se derrumbó tras una explosión en la ciudad portuaria francesa de Marsella, dejando montañas de escombros calculados que dificultaban las labores de rescate, informaron las autoridades.
Más de 100 bomberos trabajaron contrarreloj para extinguir las llamas entre los escombros del edificio de cinco pisos, pero más de 17 horas después “la situación aún no se ha estabilizado”, dijo el fiscal de Marsella, Dominique Laurens, en una conferencia de prensa vespertina.
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Al inicio, las autoridades pensaban que entre cuatro y 10 personas podrían haber quedado atrapadas. Laurens dijo que la policía aún no ha confirmado la aparente desaparición de una novena persona que vivía en un edificio de al lado. Cinco personas sufrieron heridas leves por el derrumbe, que ocurrió poco antes de la 1 de la madrugada.
El alcalde de Marsella, Benoit Payan, dijo que dos edificios que compartían paredes con el que se derrumbó fueron derribados parcialmente antes de que uno colapsara más tarde, otra complicación en la operación de búsqueda y rescate. Los edificios se encontraban entre las estructuras evacuadas.
Utilizaron drones y sondas para examinar la zona en busca de signos de vida. Los escombros estaban demasiado calientes para que los perros de los bomberos trabajaran hasta el domingo por la tarde y el humo todavía les molestaba, dijo el fiscal.
“No podemos intervenir de una manera muy clásica”, explicó el ministro del Interior, Gerald Darmanin. Dijo que el fuego ardía unos metros debajo de los montículos de escombros y que tanto el agua como la espuma representaban un peligro para la supervivencia de las víctimas.
Se ha abierto una investigación por lesiones involuntarias, al menos inicialmente eludiendo posibles intenciones delictivas. Una explosión de gas estaba entre las pistas para verificar, dijo el fiscal Laurens.
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El derrumbe, que resonó en los barrios cercanos, ocurrió en una calle estrecha en el centro de Marsella, lo que aumentaba las dificultades para bomberos y rescatistas.
El edificio afectado estaba en un barrio antiguo de la segunda ciudad más grande de Francia. Las calles cercanas quedaron cortadas.
Tanto el presidente Emmanuel Macron como la primera ministra, Elisabeth Born, tuitearon mensajes de apoyo a los afectados y agradecieron a los bomberos.
