Después de tres años cerrado y sin actividades, dos activistas caminaron ayer hasta el Parque de la Amistad ,en la frontera entre México y Estados Unidos, en la ciudad de Tijuana, con la intención de unirse a una celebración con motivo del Jueves Santo.
El reverendo John Fanestil y el coordinador del jardín binacional, Dan Watman, ambos integrantes de la coalición Amigos del Parque de la Amistad, desafiaron el reglamento e ingresaron a la zona restringida del parque, que es resguardado por la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
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El acto se realizó en protesta por la decisión del gobierno federal de reanudar los planes para reemplazar la barda fronteriza del parque binacional por una más alta.
“El jardín necesita atención del lado estadounidense para que realmente sea binacional y no de un solo lado”, dijo Watman. “Es la Semana Santa, y la iglesia fronteriza quiere celebrar a pesar de que el parque está cerrado”, agregó.
Activistas y líderes temen que, de realizarse, se limite el acceso al lugar que históricamente ha sido un punto de encuentro para familias que han sido separadas por cuestiones migratorias. “Los pueblos fronterizos necesitamos un parque”, dijo Fanesti al periódico local San Diego Tribune.
Agentes de la Patrulla Fronteriza llegaron al lugar, y aunque no impidieron que la manifestación se realizara, tanto Fanestil como Watman fueron multados por haber ingresado a zona federal.
El Parque de la Amistad, que fuera fundado hace 53 años por la entonces primera dama Pat Nixon como un símbolo de amistad entre México y Estados Unidos. Actualment,e se mantiene cerrado, con motivo de la pandemia.