BERLÍN (AP) — El rey Carlos III conquistó muchos corazones durante su visita de tres días a Alemania, en su primer viaje al extranjero desde que ascendió al trono tras la muerte de su madre, Isabel II, el año pasado.
La gira de Carlos tuvo varios momentos que ocurrieron por primera ocasión, lo que destacó la importancia que ambos países le dieron al evento, en momentos en los que Londres y Berlín tratan de reconstruir las relaciones fragmentadas por la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.
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El presidente alemán Frank-Walter Steinmeier dio el paso sin precedentes de recibir el miércoles a Carlos y Camila, la reina consorte, en la Puerta de Brandenburgo con honores militares. Un día después, Carlos se convirtió en el primer monarca en dirigirse al Bundestag, el Parlamento alemán, señalando los antiguos y estrechos vínculos entre ambas naciones y la importancia de la cooperación futura.
Los espectadores tanto en Alemania como en Gran Bretaña dijeron que el viaje envió un fuerte mensaje sobre la fuerza duradera de las relaciones británico-alemanas.
Jens Zimmermann, legislador del Partido Socialdemócrata de centro-izquierda, dijo que Carlos envió un “mensaje claro” al hablar ante el Parlamento en alemán.
“El discurso en el Bundestag fue muy bien recibido”, comentó Zimmermann a The Associated Press. “Fue mucho más político de lo que habíamos esperado. Conectamos mucho con él, y creo que fue muy bueno”.
En el discurso, Carlos enfatizó que Londres y Berlín han brindado una cantidad considerable de ayuda a Ucrania en sus esfuerzos para defenderse de la invasión rusa; un elogio que será gratificante para un gobierno alemán que está más acostumbrado a las críticas por no hacer lo suficiente para ayudar a Kiev. Zimmermann dijo que el agradecimiento de Carlos a los alemanes por acoger a tantos ucranianos que buscaban refugio de la guerra podría verse también como una crítica indirecta a las recientes políticas del gobierno británico contra los refugiados.
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Aunque el rey Carlos no puede aprobar un proyecto de ley ni tiene un impacto directo en la política británica, el “poder simbólico” de su visita no será subestimado, comentó Zimmermann.
Otros dijeron que después de la diplomacia de larga distancia implementada por la pandemia de coronavirus, las visitas en persona como la de Carlos pueden ayudar a profundizar y renovar las relaciones entre dirigentes.
“Creo que el coronavirus ha disminuido, nos han recordado del valor que tienen las reuniones en persona”, comentó Bronwen Maddox, directora general del centro de estudios Chatham House.
Carlos tenía planeado originalmente visitar primero Francia, pero las protestas contra el gobierno realizadas allí provocaron que ambos países pospusieran esa parte del viaje. El nuevo itinerario centró la atención en Alemania, donde Carlos tiene raíces familiares y los miembros de la realiza británica han sido objeto de un profundo interés.
La fascinación fue notoria entre el público alemán en los eventos públicos de Carlos. Pese a un clima húmedo y frío, los espectadores esperaron pacientemente para saludar a Carlos y a Camila en sus paradas en Berlín y Hamburgo, una ciudad que se considera a sí misma como que tiene una conexión particularmente cercana con Gran Bretaña debido a sus antiguos lazos marítimos y comerciales.
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Danica Kirka en Londres contribuyó a este despacho.