La principal agencia de seguridad rusa arrestó a un periodista estadounidense del Wall Street Journal por cargos de espionaje, la primera vez que un corresponsal de Estados Unidos era encarcelado por acusaciones de espionaje desde la Guerra Fría. El diario niega las acusaciones.
Evan Gershkovich fue detenido en la ciudad de Ekaterimburgo, en los Urales, cuando supuestamente intentaba obtener información clasificada, según anunció el jueves el Servicio Federal de Seguridad (FSB), la agencia heredera del KGB.
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El servicio alegó que Gershkovich “estaba actuando bajo las órdenes de Estados Unidos para recopilar información sobre las actividades de una de las empresas del complejo militar-industrial ruso que constituye un secreto de Estado”.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a los periodistas el miércoles: “No se trata de una sospecha, se trata del hecho de que lo atraparon in fraganti”.
The Wall Street Journal negó “vehementemente las acusaciones del FSB y reclama la liberación inmediata de nuestro confiable y dedicado reportero, Evan Gershkovich”, agregando: “Nos plantamos en solidaridad con Evan y su familia”.
La detención se produjo en medio de agrias tensiones entre Moscú y Washington por la guerra en Ucrania y mientras el Kremlin intensifica su persecución a activistas opositores, periodistas independientes y grupos de la sociedad civil. No se había visto una campaña de represión del gobierno tan amplia desde la era soviética.
Una corte rusa condenó esta semana a un padre soltero por unas publicaciones en medios sociales críticas con la guerra en Ucrania y lo sentenció a dos años de prisión mientras su hija, de 13 años, fue enviada a un orfanato.
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Gershkovich es el primer periodista estadounidense arrestado por cargos de espionaje en Rusia desde 1986, cuando Nicholas Daniloff, corresponsal en Moscú de U.S. News and World Report, fue detenido por el KGB. Fue liberado sin cargos 20 días después en un intercambio por un empleado de la delegación soviética ante Naciones Unidas, que había sido arrestado por el FBI.
El FSB no dijo cuándo se había producido la detención. Si es condenado por espionaje, Gershkovich podría enfrentar una pena de hasta 20 años de prisión.
En una audiencia el jueves, un tribunal de Moscú dictaminó rápidamente mantener a Gershkovich tras las rejas en espera de la investigación, según el canal oficial Telegram de los tribunales de la capital.
No hubo comentarios públicos inmediatos de Washington, aunque un funcionario indicó que el gobierno ya estaba al tanto de la situación y esperaba más información de Rusia.
El reportero cubre Rusia, Ucrania y otras antiguas naciones soviéticas como corresponsal de la oficina en Moscú del Wall Street Journal.
El FSB indicó que tenía una acreditación del Ministerio ruso de Exteriores para trabajar como periodista, aunque la vocera del Ministerio ruso de Exteriores María Zajárova dijo que estaba utilizando sus credenciales de periodista como tapadera para “actividades que no tienen nada que ver con el periodismo”.
El reportero habla ruso con fluidez y había trabajado antes para la agencia francesa Agence France-Presse y The New York Times. Su último reporte desde Moscú, publicado esta semana, se centraba en la desaceleración de la economía rusa bajo las sanciones occidentales impuestas después de que las tropas rusas entraran en Ucrania el año pasado.
La detención de Gershkovich se produjo tras un intercambio en diciembre en el que la jugadora de la WNBA Brittney Griner, fue liberada tras 10 meses entre rejas a cambio del traficante ruso de armas Viktor Bout.
Otro estadounidense, Paul Whelan, un directivo de seguridad corporativa de Michigan, está encarcelado en Rusia desde diciembre de 2018 por cargos de espionaje que su familia y el gobierno de Estados Unidos tachan de infundados.
Jeanne Cavelier, directora en Europa Oriental y Asia Central del grupo de libertad de prensa Reporteros Sin Fronteras, con sede en París, dijo que Gershkovich era el primer periodista extranjero detenido en Rusia desde el inicio de la guerra en Ucrania.
“Parece una medida de represalia de Rusia contra Estados Unidos, de modo que estamos muy alarmados porque probablemente es una forma de intimidar a todos los periodistas occidentales que intentan investigar aspectos de la guerra sobre el terreno en Rusia”, dijo Cavelier a The Associated Press. “Las potencias occidentales deberían pedir de inmediato aclaraciones sobre los cargos, porque hasta donde nosotros sabemos sólo estaba haciendo su trabajo como periodista”.
El periodista ruso Dmitry Kolezev dijo en la app de mensajería Telegram que había hablado con Gershkovich antes de su viaje a Ekaterimburgo.
“Se preparaba para el trabajo periodístico habitual, aunque algo peligroso en las circunstancias actuales”, escribió Kolezev. Señaló que el reportero estadounidense le había pedido contactos de periodistas locales y funcionarios en la zona para organizar entrevistas.