NABLUS, Cisjordania (AP) — Las fuerzas de seguridad palestinas dispararon el miércoles gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento contra manifestantes palestinos en el funeral de un extremista en la Cisjordania ocupada, en un inusual choque que dejó al descubierto el descontento generalizado contra la autoridad palestina autónoma.
Una multitud se había aglomerado en Nablus, en Cisjordania, para el funeral de Abdul Fattah Kharushah, de 49 años y miembro del grupo radical Hamas quien fue abatido en un operativo militar israelí el martes. Kharushah era buscado por el asesinato de dos hermanos israelíes en el pueblo cercano de Hawara. El operativo en el campamento de refugiados de Yenín dejó también otros cinco palestinos fallecidos y más de una veintena de heridos.
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La procesión fúnebre por Nablus degeneró en caos cuando los dolientes empezaron a corear consignas contra la Autoridad Palestina, que es resentida en la región por su cooperación con Israel, que le permite a la entidad autónoma actuar contra su rival islamista Hamas.
“¡Traidores! ¡Espías!”, gritaba la multitud enfrente de las fuerzas de seguridad palestinas. El portavoz de seguridad palestino Talal Dweikat dijo que las fuerzas de seguridad intervinieron cuando un grupo de partidarios de Hamas interrumpieron la procesión y tomaron el cadáver envuelto, casi dejándolo caer. El grupo convirtió la procesión en una protesta contra la Autoridad Palestina, señaló Dweikat, “en vez de maldecir a la ocupación (israelí) que ha cometido crímenes contra nuestro pueblo”.
Las fuerzas de seguridad palestinas dispararon gases lacrimógenos contra la multitud, llevando a los dolientes a correr despavoridos, y regresaron el cuerpo de Kharushah a la ambulancia. También prohibieron a los presentes izar banderas de Hamas, aunque el cuerpo de Kharushah estaba envuelto en una. No se reportaron víctimas.
La Autoridad Palestina, dominada por el movimiento Fatá, es un enconado rival de Hamas, que tomó el poder en la Franja de Gaza arrebatándole el poder a las fuerzas leales al presidente palestino Mahmoud Abbas en 2007. Numerosos intentos de reconciliación han fracasado.
Las escenas de la procesión fúnebre provocaron condenas de diversos sectores de la sociedad palestina. Hamas en particular aprovechó la oportunidad de denunciar a la Autoridad Palestina por usar la fuerza contra su propio pueblo. Muchos palestinos consideran el gobierno de Abbas, de 87 años, como autocrático y lo acusan de reprimir a críticos, organizaciones civiles y activistas prodemocracia.
“La represión de la procesión fúnebre en Nablus... constituye una falla moral más, que se añade al oscuro historial (de la Autoridad Palestina) de oprimir a su propio pueblo”, dijo Hamas.