Fuertes lluvias han provocado inundaciones y deslizamientos de tierra que han causado la muerte de 36 personas en el estado de Sao Paulo, en el norte de Brasil, confirmó este lunes el presidente de ese país, Luiz Inácio Lula da Silva.
Las ciudades de Sao Sebastiao, Ubatuba, Ilhabela y Bertioga, algunas de las más afectas, cancelaron sus festividades de Carnaval mientras los equipos de rescate luchan por encontrar desaparecidos, heridos y muertos de entre los escombros.
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“Nuestros equipos de rescate no logran llegar a varios lugares; es una situación caótica”, dijo Felipe Augusto, alcalde de Sao Sebastiao.
Augusto agregó que hay decenas de personas desaparecidas y que 50 casas se derrumbaron en la ciudad.
Mientras, Lula da Silva, aseguró en Twitter que visitará la región el lunes.
“Vamos a unir todos los niveles de gobierno y, con la solidaridad de la sociedad, atender a los heridos, buscar a los desaparecidos, restaurar las carreteras, las conexiones eléctricas y las telecomunicaciones en la región. Mis condolencias a las familias que perdieron seres queridos en esta tragedia”, escribió el primer mandatario en Twitter.
El gobierno del estado de Sao Paulo dijo en un comunicado que la precipitación en la región ha superado las 23,6 pulgadas en un día, una de las cantidades más altas en la historia de Brasil en un período tan corto.
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El gobernador Tarcisio de Freitas indicó que solicitó el apoyo del ejército, que envió dos aviones y equipos de rescate a la región.
Según medios brasileños, los residentes están utilizando botes pequeños para transportar artículos y personas a posiciones más altas.
De hecho, una carretera que conecta Río de Janeiro con la ciudad portuaria de Santos quedó bloqueada por deslizamientos de tierra e inundaciones.
