El video del teléfono inteligente del pasajero del avión Sonu Jaiswal comenzó con el avión acercándose a la pista volando sobre edificios y campos verdes sobre Pokhara, una ciudad nepalí en las estribaciones del Himalaya.
Todo parecía normal cuando la transmisión en vivo de Jaiswal en Facebook cambió de las vistas pintorescas vistas desde la ventana del avión a los pasajeros que se reían. Finalmente, Jaiswal, que vestía un suéter amarillo, giró la cámara hacia sí mismo y sonrió.
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Entonces sucedió.
De repente, el avión pareció virar hacia la izquierda cuando el teléfono inteligente de Jaiswal capturó brevemente los gritos de los pasajeros. En cuestión de segundos, las imágenes se volvieron inestables y registraron el sonido chirriante de un motor. Hacia el final del video, enormes llamas y humo se apoderaron del cuadro.
El vuelo de Yeti Airlines desde Katmandú que se desplomó en un desfiladero el domingo, matando a los 72 a bordo, fue copilotado por Anju Khatiwada, quien había seguido años de entrenamiento como piloto en los Estados Unidos después de que su esposo muriera en un accidente aéreo en 2006 mientras volaba para la misma aerolínea. Sus colegas la describieron como una piloto habilidosa que estaba muy motivada.
Las muertes de Khatiwada, de 44 años, y Jaiswal, de 25, forman parte de un patrón mortal en Nepal, un país que ha sufrido una serie de accidentes aéreos a lo largo de los años, en parte debido a las dificultades del terreno, el mal tiempo y el envejecimiento de las flotas.
El martes, las autoridades comenzaron a devolver algunos cuerpos identificados a familiares y dijeron que enviarían la grabadora de datos del avión ATR 72-500 a Francia para su análisis y determinar qué causó el accidente.
En la ciudad india de Ghazipur, a casi 430 kilómetros (270 millas) al sur del lugar del accidente en Nepal, la familia de Jaiswal estaba angustiada y aún esperaba identificar su cuerpo. Su padre, Rajendra Prasad Jaiswal, había subido a un automóvil a Katmandú el lunes por la noche y se esperaba que llegara a la capital de Nepal el martes por la noche. “Es una espera difícil”, dijo el hermano de Jaiswal, Deepak Jaiswal.
