Un avión que realizaba un vuelo de 27 minutos hacia una localidad turística de Nepal se estrelló en un barranco el domingo mientras intentaba aterrizar en un aeropuerto inaugurado recientemente, lo que dejó al menos 68 muertos de un total de 72 personas a bordo.
Un testigo reportó haber escuchado gritos pidiendo ayuda entre los restos de la aeronave, en lo que es el peor accidente aéreo del país en tres décadas.
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Horas después de que anocheció, gran cantidad de personas se habían aglomerado en el lugar del accidente cerca del aeropuerto en la localidad turística de Pokhara mientras los rescatistas revisaban los escombros al borde del acantilado y en el barranco. Las autoridades suspendieron la búsqueda de los cuatro desaparecidos durante la noche y planeaban reanudar el operativo el lunes.
Bishnu Tiwari, un residente que se apresuró a llegar al lugar del accidente cerca del río Seti para ayudar a buscar cuerpos, dijo que las labores de rescate se vieron obstaculizadas por el denso humo y un incendio.
“Las llamas estaban tan calientes que no podíamos acercarnos a los restos. Escuché a un hombre gritar pidiendo ayuda, pero no pudimos ayudarlo debido a las llamas y el humo”, relató.
De momento se desconocen las causas del accidente, indicó la Autoridad de Aviación Civil de Nepal.
El testigo Gaurav Gurung dijo que desde la terraza de su casa vio a la aeronave girando violentamente en el aire después de iniciar su descenso. Finalmente el avión cayó en picada y se estrelló en el desfiladero, agregó.
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La autoridad de aviación indicó que el último contacto de la aeronave con el aeropuerto antes de estrellarse fue a las 10:50 de la mañana en las inmediaciones del Barranco Seti.
El bimotor ATR 72, operado por Yeti Airlines de Nepal, volaba desde la capital Katmandú hacia Pokhara, ubicada 200 kilómetros (125 millas) al oeste. La aeronave llevaba a 68 pasajeros, incluidos 15 extranjeros, y cuatro tripulantes, anunció la Autoridad de Aviación Civil de Nepal en un comunicado. Entre los extranjeros había cinco indios, cuatro rusos y dos surcoreanos, así como un irlandés, un australiano, una argentina y un francés.
Imágenes y videos compartidos en Twitter mostraban columnas de humo que salían desde el lugar del accidente, a unos 1,6 kilómetros (1 milla) del Aeropuerto Internacional de Pokhara. El fuselaje de la aeronave quedó esparcido por el desfiladero.
Los bomberos llevaban cuerpos, algunos de ellos calcinados e irreconocibles, hacia los hospitales, en donde se habían reunido algunos familiares. En el aeropuerto de Katmandú, algunos familiares eran escoltados visiblemente conmocionados y ocasionalmente sostenían acaloradas discusiones con las autoridades mientras aguardaban a que les dieran información.
Tek Bahadur K. C., un alto funcionario del distrito de Kaski, dijo que esperaba que los rescatistas encontraran más cuerpos en el fondo del barranco.
El primer ministro Pushpa Kamal Dahal, quien se dirigió a toda prisa hacia el Aeropuerto Internacional Tribhuvan de Katmandú, estableció una comisión para investigar el siniestro.
“El incidente fue trágico. Se ha emplazado toda la fuerza del Ejército y la policía de Nepal para labores de rescate”, declaró.
Omar Gutiérrez, gobernador de la provincia argentina de Neuquén, reportó en su cuenta de Twitter que la pasajera argentina que se encontraba en el vuelo era Jannet Palavecino, oriunda de su provincia.
La página de Facebook de Palavecino indica que era gerente del Hotel Suizo en la ciudad de Neuquén.
El ministerio del Exterior de Corea del Sur señaló en un comunicado que aún intenta confirmar el destino de dos pasajeros surcoreanos y ha enviado personal al lugar. El embajador ruso en Nepal, Alexei Novikov, confirmó el deceso de cuatro ciudadanos de Rusia que se encontraban a bordo de la aeronave.