Expertos y el propio Partido Republicano contaban con que iban a arrasar en las elecciones intermedias de Estados Unidos y que el expresidente, Donald Trump, se dirigiría triunfantemente hacia la nominación republicana mientras se prepara para postularse nuevamente a la presidencia de la nación.
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Sin embargo, los resultados para el Partido Republicano en las elecciones del martes, plantean nuevas dudas sobre el atractivo de Trump y el futuro del Partido Republicano. Además, los comicios han dado un nuevo impulso al principal rival del exmandatario.
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Algunos aliados estaban pidiendo a Trump que postergara su anuncio previsto para la próxima semana, señalando que toda la atención del partido debería estar en Georgia, donde el intento del exjugador de fútbol americano, Herschel Walker, de desbancar al senador demócrata, Raphael Warnock, se dirige a una segunda vuelta que podría determinar quién se queda con el control del senado.
“Le aconsejaré que postergue su anuncio hasta después de la segunda vuelta de Georgia. Es Georgia quien tiene que ser el centro de atención de cada republicano del país en este momento”, comentó el exasesor de Trump, Jason Miller.
Luego de perder los comicios presidenciales en el 2020, el expresidente de Estados Unidos tenía por objetivo usar las elecciones intermedias como una oportunidad para demostrar que aún contaba con influencia política.
Cabe recordar que Trump respaldó a más de 330 candidatos en todas las contiendas, donde la mayoría eran candidatos sin experiencia y con gran cantidad de deficiencias.
La constante repetición de su postura con respecto a la “elección robada”, las perspectivas y opiniones radicales sobre el aborto fueron factores que no estaban en sintonía con el electorado.
Pese a ello, Trump consiguió varias victorias importantes el martes, sobre todo en Ohio, donde su selección para el senado, JD Vance, consiguió el triunfo luego de que el respaldo de Trump lo “catapultara” al frente de unas primarias repletas de candidatos.
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Por otra parte, en Carolina del Norte, el representante, Ted Budd, uno de los primeros en recibir el apoyo de Trump, mantuvo un escaño en el senado en las manos del Partido Republicano.
Pese a estos triunfos, Trump perdió un punto fuerte en las elecciones intermedias, se trata de Pensilvania, donde el doctor Mehmet Oz, que ganó por poco la elección primaria para la candidatura republicana para el senado con el respaldo de Trump, perdió ante el demócrata John Fetterman.
Los candidatos apoyados por Trump también perdieron sus contiendas por las gubernaturas de Pensilvania, Michigan y Maryland, también una para el senado en Nueva Hampshire.
Aunque Trump pareció celebrar esta última atacando al republicano, Dan Bolduc, esto por tratar de moderar sus posturas al retractarse de su aceptación de las “mentiras electorales de Trump”.
“Si se hubiera mantenido firme y honesto, habría ganado fácilmente. Lecciones aprendidas”, señaló Trump en su red social.
El exmandatario norteamericano también celebró la derrota del candidato republicano al senado por Colorado, Joe O’Dea, quien había dicho que creía que era hora de que el partido “diera vuelta a la hoja” sobre Trump. En otras contiendas con grandes repercusiones en Arizona y Nevada era demasiado pronto para declarar un ganador.
Sin duda, el triunfo más grande de los republicanos se produjo en Florida, donde el gobernador, Ron DeSantis consiguió su reelección, cimentando su estatus como una estrella republicana en ascenso mientras busca su propia candidatura presidencial para el 2024.
“Apenas empecé a pelear”, comentó a sus simpatizantes en su discurso de victoria.
Aunque los republicanos parecen acercarse a obtener el control de la Cámara de Representantes, y al final también podrían llevarse el del senado, los que creían que las frustraciones por la inflación, se combinarían con los bajos índices de aprobación del presidente Joe Biden, darían lugar a victorias rápidas y decisivas, culpaban al expresidente por los resultados obtenidos.
“Es decir, teníamos una oportunidad histórica, y el hecho de que Trump haya seleccionado candidatos inelegibles nos la ha fastidiado. Trump ya ha perdido tres elecciones seguidas para el Partido Republicano; es hora de salir de esta tontería”, dijo Scott Reed, un veterano estratega republicano.