LYMAN, Ucrania (AP) — Las fuerzas rusas se retiraron con tanta premura de una ciudad ucraniana que abandonaron los cadáveres de sus caídos en las calles, ofreciendo más evidencia de la más reciente derrota militar de Moscú mientras pasa apuros para mantener el control de cuatro regiones que se anexionó ilegalmente la semana pasada.
Mientras tanto, la cámara alta del parlamento ruso aprobó las anexiones de esos territorios tras la realización de “referendos” que Kiev y sus aliados occidentales calificaron de fraudulentos.
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En respuesta a la medida, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy descartó formalmente todo diálogo con Rusia y afirmó que es imposible negociar con el presidente ruso Vladimir Putin tras su decisión de apoderarse de esas regiones.
El Kremlin replicó que esperará a que Kiev acepte sentarse en la mesa de negociaciones, aunque afirmó que esto podría no suceder sino hasta que Ucrania tenga otro presidente.
“Esperaremos a que el actual presidente cambie de parecer o a que un futuro presidente ucraniano revise su postura para conveniencia del pueblo ucraniano”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
A pesar de la aparente bravata política del Kremlin, el panorama en el terreno ponía de relieve la desorganización que Putin enfrenta en medio de los avances militares ucranianos y los intento de fijar las nuevas fronteras rusas.
El fin de semana, los efectivos rusos se retiraron de Lyman para evitar que los cercaran las fuerzas ucranianas.
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La liberación de esa ciudad dio a Ucrania una ventaja importante para seguir con su ofensiva en territorio bajo control ruso.
Dos días después, un equipo de The Associated Press que informaba desde Lyman vio al menos 18 cadáveres de soldados rusos que yacían en el suelo. Las fuerzas ucranianas al parecer habían recogido los cadáveres de sus camaradas después de los intensos combates por el control de la ciudad, pero no habían retirado de momento los de los rusos.
“Peleamos por nuestra tierra, por nuestros hijos, para que nuestra gente pueda vivir mejor, pero todo esto tiene un precio muy alto”, dijo un soldado ucraniano que se identificó por su apodo, Rud.
En su discurso diario por video, Zelenskyy dijo el martes que docenas de asentamientos fueron retomados “del pseudorreferendo ruso tan sólo esta semana” en las cuatro regiones anexadas. En la región de Jersón, mencionó ocho poblados recuperados por las fuerzas ucranianas “y dista de ser la lista completa. Nuestros soldados no se detienen".
El subjefe del gobierno regional apoyado por Moscú en Jersón, Kirill Stremousov, dijo a la televisión rusa que las fuerzas ucranianas hicieron “ciertos avances” desde el norte, y que estaban atacando la región desde otras partes también. Añadió que fueron frenadas por los soldados rusos y tuvieron fuertes pérdidas.
Mientras Kiev arreciaba su contraofensiva, las fuerzas rusas lanzaban nuevos ataques con misiles contra ciudades ucranianas.
Varios misiles cayeron en la segunda ciudad más grande de Ucrania, Járkiv, y causaron daños en infraestructura y cortes de luz. Una persona murió y al menos dos resultaron heridas, incluida una niña de 9 años, según el gobernador de Járkiv, Oleh Syniehubov.
Después de que recuperaran el control de Lyman, en la región de Donetsk, las fuerzas ucranianas siguieron avanzando hacia el este y podrían haber llegado hasta la frontera de la región vecina de Luhansk en su marcha hacia Kreminna, según el último análisis del Instituto de Estudio de la Guerra, con sede en Washington.
En tanto, el gobierno estadounidense anunció el martes que entregaría a Ucrania asistencia militar por 625 millones de dólares, que incluye más sistemas lanzacohetes HIMARS, a los que se atribuye haber contribuido al reciente avance militar de Kiev. El paquete también incluye municiones para sistemas de artillería y vehículos blindados.
Antes del anuncio, el viceministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Yevhen Perebyinis, dijo el martes en una conferencia de prensa en Turquía que Ucrania necesitaba más armas porque Rusia emprendió el mes pasado un reclutamiento de hombres en edad militar. Dijo que más armas ayudarán a poner fin más rápido a la guerra, no a intensificarla.
El ministro de Defensa de Rusia, Sergei Shoigu, dijo que las fuerzas armadas han reclutado a más de 200.000 reservistas como parte de la movilización parcial emprendida hace dos semanas. Dijo que los reclutas estaban entrenando en 80 polígonos de tiro antes de ser enviados a las líneas del frente en Ucrania.
El intento de Rusia para incorporar las cuatro regiones del este y sur de Ucrania fue tan veloz que incluso se desconocían las fronteras exactas de los territorios absorbidos.
La cámara alta del parlamento ruso, el Consejo de la Federación, aprobó la ratificación de los tratados que convierten en parte de Rusia a las regiones de Donetsk, Luhansk, Jersón y Zaporiyia. La cámara baja dio su aprobación el lunes.
Se prevé que Putin refrende con celeridad los tratados de anexión.
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Adam Schreck informó desde Kiev.