Un grupo de ciudadanos se movilizó ayer, sábado, hasta la comunidad Pagán en Añasco para brindarle ayuda a Don Julio, quien lo perdió todo durante el huracán Fiona.
El hombre, que ha vivido en el sector por más de 35 años, tenía su hogar lleno de lodo y dormía sobre una cama mojada desde hace siete días.
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“No tengo nada...me quedé sin nada, pero lo más que me gusta es que tengo salud y estoy de pie”, dijo Julio.
El caso del añasqueño se viralizó en las redes sociales y el pueblo no dudó en llegar hasta el oeste de la Isla con la asistencia necesaria.
Los voluntarios se presentaron para llevarle donaciones, limpiar su casa y equipar la residencia con algunos utensilios de primera necesidad.
Don Julio ya había perdido todas sus pertenencias cuando pasó el huracán María, en 2017. Sin embargo, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), le negó el apoyo.
Este domingo, otro grupo de voluntarios se unirá para rehabilitar parte de la estructura que quedó afectada por el fenómeno atmosférico.
Joselynn Cortés, una de las personas que lidera los esfuerzos de restauración, informó a través de su cuenta de Instagram, que Don Julio aún necesita “screens” para las ventanas, una reserva de agua, juego de comedor, gavinetes de cocina, lava manos, entre otras cosas.