WASHINGTON (AP) — El presidente Joe Biden firmó el miércoles una orden ejecutiva que sienta las bases para que Medicaid ayude a las mujeres que desean abortar a viajar entre estados para obtener acceso al procedimiento.
Los detalles aún se están resolviendo y la administración enfrenta un panorama legal desafiante porque es ilegal usar fondos federales para pagar abortos a menos que la vida de la mujer esté en peligro o el embarazo sea el resultado de una violación o incesto.
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Sin embargo, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que el Departamento de Salud y Servicios Humanos invitaría a los estados donde el aborto sigue siendo legal a solicitar permiso para usar los fondos de Medicaid para “brindar atención médica reproductiva a las mujeres que viven en estados donde el aborto está prohibido”.
Cruzar las fronteras estatales para abortar se ha convertido en un problema cada vez mayor desde que la Corte Suprema anuló Roe v. Wade y abrió la puerta a nuevas restricciones sobre el aborto a nivel estatal.
La Federación Nacional del Aborto dijo el miércoles que ha visto a más mujeres pidiendo ayuda para viajar para hacerse el procedimiento en el mes posterior a la decisión. La organización pagó 76 habitaciones de hotel y reservó 52 viajes en autobús o avión, frente a solo unos pocos en el mismo período del año pasado.
La orden de Biden también pide a los proveedores de atención médica que cumplan con las leyes federales contra la discriminación y simplifiquen la recopilación de datos e información clave sobre la salud materna en los Institutos Nacionales de Salud y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Biden describió la decisión de la corte sobre el aborto como una “crisis de atención médica” y dijo que quiere asegurarse de que “cada parte del gobierno federal haga su parte en este momento crítico en el que la salud y la vida de las mujeres están en juego”.
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La orden se produjo un día después de que los votantes de Kansas protegieran el derecho al aborto en el estado conservador, un resultado que celebró Biden.
Biden firmó la orden desde la residencia de la Casa Blanca, donde continúa aislado con un caso de rebote de COVID-19. Participó virtualmente en una reunión encabezada por la vicepresidenta Kamala Harris.
“Desearía estar contigo en persona, francamente”, dijo Biden. “Pero estoy llegando allí”.
No obstante, la nueva orden no cumple con lo que muchos legisladores demócratas y grupos defensores del aborto han exigido a la administración Biden. Una de las principales peticiones ha sido que Biden declare una emergencia de salud pública sobre el aborto, que los funcionarios de la Casa Blanca han dicho que haría poco para liberar recursos federales o activar nuevas autoridades legales.
La orden del miércoles es la última de una serie de acciones ejecutivas de la administración Biden desde que se eliminó el derecho constitucional al aborto en el fallo de la Corte Suprema sobre Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization en junio.
Por separado, el martes, el Departamento de Justicia demandó a Idaho por su estatuto que penaliza los abortos, y el fiscal general Merrick Garland argumentó que viola la ley federal.
Cerca del final de los comentarios de Biden, una vez más pidió al Congreso que codifique Roe v. Wade como ley.
“Si el Congreso no actúa, la gente de este país debe elegir senadores y representantes que restaurarán Roe y protegerán el derecho a la privacidad, la libertad y la igualdad”.
